A nivel internacional, una gran mayoría de consumidores muestran un apoyo elevado y continuo a la inclusión de la huella de carbono en el etiquetado de los productos. Además, compartir esta información aporta beneficios tangibles a las propias marcas, que ganan en valor y transparencia.
Al menos así se desprende de un reciente estudio internacional, YouGov 2020, realizado por Carbon Trust —compañía independiente que impulsa la transición hacia una economía sostenible y con bajas emisiones de carbono— basado en una encuesta entre más de 10.000 consumidores de Francia, Alemania, Italia, Países Bajos, España, Suecia, Reino Unido y Estados Unidos que indica que más de dos tercios de los consumidores —un 67 %, el mismo nivel de apoyo que el año pasado— apoyan la inclusión de etiquetas de huella de carbono en los productos (el estudio se ha realizado por segundo año consecutivo en la mayoría de los mercados, y por tercera vez en Reino Unido).
Productos y huella de carbono
Pero, además, los resultados también muestran que el hecho de compartir información sobre la huella de carbono de los productos aporta beneficios tangibles a las marcas, un dato que igualmente va en consonancia con los resultados obtenidos el pasado año: casi las dos terceras partes (64%) de los consumidores de los distintos mercados estudiados afirman que es más probable que piensen positivamente sobre una marca que pueda demostrar una reducción en la huella de carbono de sus productos.
Por países, Francia, Italia y España son los que muestran niveles más altos de apoyo al uso de etiquetas reconocibles de productos en los que se ha medido su huella de carbono y a las empresas que están haciendo esfuerzos de reducción, con un 80 %, 82 % y 79 % de los consumidores, respectivamente, señalándolo como una idea positiva. En el caso concreto de España, el 56 % de los consumidores está “totalmente de acuerdo” con que el etiquetado de huella de carbono para los productos es una buena idea.
Por su parte, Suecia ha registrado el mayor aumento en el apoyo al etiquetado en comparación con años anteriores, aunque las cifras siguen siendo modestas en comparación con Francia, Italia y España.
“Los resultados de esta investigación están alineados con la creciente demanda corporativa de etiquetado de huella de carbono que hemos presenciado en el último año. Las empresas tienen mucho que ganar al cuantificar la huella de carbono de sus productos y servicios, un proceso que les permite identificar cómo ser más eficientes. El sostenido y elevado apoyo de los consumidores al etiquetado de huella de carbono sugiere que transmitir esta información a consumidores, cada vez mejor informados y conscientes de la situación climática, puede contribuir a mejorar la reputación de una compañía y su cuota de mercado”, explica Hugh Jones, director gerente en Carbon Trust, empresa pionera en lanzar, en 2007, uno de los primeros esquemas de certificación de huella de carbono y de su inclusión en el etiquetado de los productos.
