En la última reforma de la PAC en 2015 se estableció el objetivo de mejora del comportamiento medioambiental de la agricultura, apoyándose en la obligatoriedad de una serie de prácticas agrícolas beneficiosas para el clima y el medio ambiente, avanzando más allá de la hasta entonces ‘condicionalidad’, a través de la denominada ‘ecologización’ o ‘pago verde’ o ‘greening’ obligatorio para los pagos directos a partir de la campaña 2015, y cuyo incumplimiento genera penalizaciones desde la de 2017.

El llamado pago verde o greening tiene carácter anual y se concede por cada hectárea admisible vinculada a un derecho de pago básico, siempre que se respeten determinadas prácticas medioambientales, dependiendo de la estructura de la explotación.

Un tema sobre el que el Ministerio de Agricultura, Alimentación y pesca ha publicado el Informe sobre la aplicación del pago para prácticas beneficiosas para el clima y el medio ambiente (“pago verde”). Campaña 2019, del que, según un reciente análisis realizado por la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA), se desprende que los agricultores y ganaderos españoles están redoblando sus esfuerzos para adoptar prácticas agrarias beneficiosas para el medio ambiente, de modo que su comportamiento supera con creces las exigencias de la PAC en este sentido.

Agricultores comprometidos con el medioambiente

Y es que, según los datos aportados por el informe del Ministerio, los agricultores españoles han incrementado considerablemente una de las medidas más beneficiosas que exige la PAC, la diversificación de cultivos: si en 2014 el 39 % de las explotaciones solo contaba con dos cultivos, en el año 2019 ese porcentaje ha quedado reducido al 15 %. En el lado contrario, en 2019 hasta un 36 % de las explotaciones cuenta con cinco o más cultivos, cifra que en 2014 solo era del 20 %.

Otra de las prácticas beneficiosas que han crecido en el periodo que analiza el informe —2014 a 2019— han sido los llamados pastos permanentes. En este sentido, desde la organización agraria y ganadera explican que “el objetivo inicial fijado por la Comisión Europea no solo se ha conseguido, sino que se ha visto mejorado por la labor de los ganaderos españoles. La proporción de pastos permanentes con respecto a la superficie agraria total ha pasado del 26,23 % al 28,18 %, incrementándose en casi un millón de hectáreas”.

Por último, en cuanto al establecimiento de superficies de interés ecológico (SIE), el informe demuestra un mantenimiento de la superficie incorporada, predominando aquellas de barbecho, seguidas por las superficies fijadoras de nitrógeno, a pesar de que en 2018 se prohibió la utilización de fitosanitarios en las superficies que el agricultor utilizaba para cumplir con el requisito del 5 % de SIE.

Resumen
Los agricultores españoles ganan en compromiso con el medioambiente
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Los agricultores españoles ganan en compromiso con el medioambiente
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Los agricultores y ganaderos españoles están redoblando sus esfuerzos para adoptar prácticas agrarias beneficiosas para el medio ambiente, de modo que su comportamiento supera con creces las exigencias de la PAC en este sentido.
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