Una escultura de más de dos metros de altura y 80 kilos de arroz que representa una mujer portando una paella, con la que se pretende rendir homenaje a las madres dentro de la celebración del Día de la Madre.

La estatua de arroz se descubrirá el próximo sábado, 2 de mayo, a las 12 horas, bajo la cúpula del Mercado Central de Valencia, a iniciativa de la marca comercial Arroz La Fallera.

Para confeccionar esta escultura, su autor —el escultor valenciano Manuel Martí Moreno— ha empleado 80 kilos de arroz redondo, 45 kilos de resina de poliéster y cuatro meses de laborioso trabajo.

El presidente del Mercado Central, Francisco Dasí, Anabel Ballester de Arroz la Fallera y el propio escultor Manuel Martí serán los encargados de descubrir este monumento que estará ubicado, todo el mes de mayo, en el interior del Mercado. Posteriormente, se instalará de forma permanente en la puerta principal del recinto.

Edificio emblemático

El espacio que actualmente ocupa el Mercado Central de Valencia fue, desde la primera expansión de la ciudad, el emplazamiento habitual de los mercados ambulantes. En 1839 se inaugura en esta ubicación un mercado descubierto, el Mercado Nuevo, el germen del actual Mercado Central. Hacia finales del siglo XIX este mercado es claramente insuficiente para la ciudad de Valencia. Por este motivo, el Ayuntamiento de Valencia convocará hasta dos concursos para la construcción del nuevo mercado. Finalmente, el 23 de enero de 1928 se inauguraba el actual edificio del Mercado Central de Valencia.

Se trata de una de las edificaciones más atractivas y visitada de la ciudad. Su arquitectura no rompe la estética de la plaza donde se integra a la perfección con otros dos importantes monumentos: la Lonja de la Seda y la Iglesia de los Santos Juanes. Es, probablemente, el edificio más representativo de la Valencia que a principios del siglo XX avanza hacia el progreso tecnológico y mercantil y se siente orgullosa del potencial agrícola de su huerta. Esta apuesta por el progreso y por la producción agrícola se desprende de la estructura modernista del mercado y de la ornamentación alegórica que observamos en su interior.

Las cúpulas, de hierro, cristal y cerámica —la central alcanza 30 metros de altura— y las veletas que las coronan: la de la cotorra y la del pez, se integran a una panorámica paisajística de torreones y campanarios eminentemente valenciana.

La distribución del interior es racionalista, de manera que los puestos se sitúan a lo largo de una serie de calles rectilíneas atravesadas por dos anchas vías. Se concibió para 959 puestos, formados en la zona general por tiendas altas cerradas para carnicería, tocinería, ultramarinos y quincalla; tiendas bajas para venta de patatas, legumbres, verduras, frutas y gallina; tiendas altas abiertas para venta de pan, volatería, carne y caza, existiendo en la pescadería tiendas altas para venta de salazones y despojos, y tiendas bajas para pescado.

Los dos pabellones que flanquean el acceso principal están construidos enteramente en ladrillo visto, con aplicaciones de piedra y de cerámica decorada; mientras que el cuerpo anexionado de Tenencia de Alcaldía sigue la construcción de influencia novecentista y queda rematado por torretas coronadas por pequeñas cúpulas semiesféricas.

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Valencia tendrá una escultura hecha con arroz
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Valencia tendrá una escultura hecha con arroz
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Una escultura de más de dos metros de altura y 80 kilos de arroz que representa una mujer portando una paella, con la que se pretende rendir homenaje a las madres.
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