El chef Ángel León ha avanzado en una de las sesiones virtuales de Gastronomika Live que abrirá de abrirá de nuevo al público su restaurante Aponiente (El Puerto de Santa María, Cádiz, tres estrellas Michelin) el próximo 2 de julio, jueves, para seguir “persiguiendo el sueño de presentar una carta a base de ingredientes que el hombre nunca ha comido”.
“Teníamos que lanzarnos y poner una fecha, así que la tripulación vuelve el 2 de julio”, explicaba Ángel León en su ponencia virtual, explicando que en estos momentos se encontraba dividido ahora entre planificar la apertura no solo de su tres estrellas Aponiente sino también de Alevante (Chiclana de la Frontera, Cádiz, una estrella Michelin) y seguir dirigiendo la sede gaditana de World Central Kitchen —la ONG de José Andrés que desembarcó en España a finales de marzo para ayudar en la crisis sanitaria—, una tarea esta última que el chef andaluz ha reconocido que “ha mejorado mi estado de ánimo tras unos primeros días de pandemia donde no veía la luz”.
Aponiente y la innovación
Respecto a la esperada vuelta a la actividad cotidiana, Ángel León ha reivindicado en su intervención su apuesta por “seguir mirado el mar con hambre y soñar con un futuro Aponiente con una carta a base de ingredientes que el hombre nunca haya comido antes, que no sean pescados; en una propuesta que ayude a abrir la mente al ser humano. Con eso estoy pagado”. En una época de reinvenciones generales, el chef del mar ha reafirmado su voluntad por “seguir haciendo lo que siempre he hecho. No quiero ser conservador, nunca lo he sido y ahora menos. No podemos caer en lo obvio de hacer todos lo mismo. España lo estaba haciendo bien. No debemos cambiar. Nosotros, particularmente, debemos seguir contando secretos. Quizá sea para la temporada 2021, porque el objetivo para 2020 es que el barco no se hunda, que permanezca a flote con toda su tripulación”.
Finalmente, el chef habló también sobre sus experiencias tras once años de este espacio, Aponiente, que no es un restaurante al uso. “El fin de Aponiente es intentar generar conciencia” —explicaba— Y, efectivamente, ya ha conseguido que los descartes no sean tan descartes, que la gente mire al mar y no vea solo pescados sino una fuente de alimentación… Por toda esa lógica, “no he tenido socios en este proyecto. Es difícil confiar en un negocio en el que el objetivo es investigar y no perder dinero. Esto no entiende de números, es una forma de vida. Me lo paso bien y abro campos gastronómicos. Soy feliz”, resumía.
