Las empresas de reparto de comida a domicilio necesitan hasta ocho mil servicios diarios para ser rentables en una gran ciudad. En este sentido, la sostenibilidad de estos modelos de negocio se basa en la captación de usuarios y en los servicios complementarios ofertados a otras empresas.
Es la principal conclusión que se extrae de un reciente estudio realizado por investigadores de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), en el que han analizado la rentabilidad y el modelo de negocio de las plataformas de reparto de comida a domicilio como Glovo, Just Eat o Deliveroo tras el auge que en los últimos años han tenido, especialmente en las grandes ciudades, plataformas que ofrecen servicios de reparto de comida a domicilio a través de mensajeros, como los riders u otro tipo de repartidores.
Reparto de comida a domicilio
Para ello, los autores de la investigación —Eduard J. Álvarez Palau, investigador del grupo de investigación SUMA de los Estudios de Economía y Empresa de la UOC, autor principal junto con Ángel A. Juan, investigador principal del grupo de investigación ICSO del IN3 de la UOC—han analizado datos públicos de las diferentes empresas para averiguar cómo se generan los beneficios en este tipo de plataformas, estudiando por un lado los ingresos, tanto los que vienen directamente de los restaurantes como los que vienen de los clientes y, por otro, se evaluando los gastos fijos y los gastos variables que supone cada entrega.
Y la principal conclusión es que, para que este tipo de plataformas empiecen a ser rentables por su propia explotación se necesitan, como mínimo, unos ocho mil pedidos diarios. «Este sería el escenario más benévolo. En el escenario alternativo, en el que añadimos todos aquellos costes relacionados con la expansión de este tipo de empresas a otros mercados, encontramos que estos ocho mil servicios tienen que multiplicarse hasta diecinueve mil para que la situación operativa sea rentable, lo que es un poco sorprendente», explican los investigadores.
Además, este tipo de empresas no basan sus ingresos únicamente en su actividad, sino que se sustentan en dos pilares: los inversores y fondos de capital riesgo que les permiten sustentar su propia compañía, y la participación en otros modelos de negocio. Aunque su negocio principal sea la entrega de comida a domicilio, es difícil que sean rentables económicamente, y por tanto tienen que empezar a optar por otros modelos de negocios complementarios como la entrega de otro tipo de productos o los servicios complementarios para restaurantes como las cocinas ciegas. Así, gracias a estas participaciones obtienen un mayor porcentaje de ganancias, de modo que su objetivo final suele ser captar cuantos más usuarios posibles para ofrecerles servicios adicionales (aunque sobre este punto la investigación no se ha centrado en los algoritmos internos de cada plataforma).
Escenarios de futuro
El equipo investigador lleva años estudiando las distintas dinámicas de logística urbana, en especial, el denominado ‘tramo de última milla’, la entrega final del producto al cliente, un mercado en auge en los últimos años y que se ha visto aupado en gran medida por las circunstancias derivadas de la pandemia, lo que confirmaría la transformación que se está dando, y que sigue creciendo. De hecho, a diferencia de otro tipo de empresas como Amazon, los repartidores de las plataformas de reparto a domicilio suelen ser repartidores en bicicleta o moto, también denominados riders, porque el origen del producto son los restaurantes de la ciudad y se requiere de una mayor flexibilidad.
Además, en base a los datos obtenidos, los autores advierten unas líneas de futuro de este tipo de empresas en las que se concibe la aplicación de este tipo de servicios a otros sectores, no solo el reparto de comida. Por ejemplo, uno de los escenarios que contemplan es la contratación directa de los riders por parte de estas empresas, un supuesto en el que los costes de entrega se incrementarían en un 30 %.
Sin embargo, parece ser que el sector está tendiendo hacia la subcontratación en masa de riders a empresas de trabajo temporal, lo que reducirá ligeramente este sobrecoste a la vez que mantendrá la flexibilidad. De hecho, los expertos dibujan un futuro en el que estas compañías apuesten también por varias líneas de negocio para obtener una mayor rentabilidad económica que la conseguida gracias a las operaciones de entrega de alimentos a domicilio.
