Con la llegada del ‘Cerezo en Flor’ las montañas del Valle del Jerte, en Extremadura, muestran un espectáculo único, el despertar de uno de los mayores jardines del mundo cultivados por el hombre, mientras la brisa de las montañas transporta el inconfundible olor a primavera de la comarca, y el brillo del sol se refleja en el blanco de los campos.
Y en torno a este fenómeno natural, cada año se celebra en los pueblos del Valle del Jerte —Cabrero, Navalconcejo, Cabezuela del Valle, El Torno y Tornavacas— la Fiesta del Cerezo en Flor, declarada de Interés Turístico Nacional, y que este año, del 23 de marzo al 8 de abril propone rutas senderistas, marchas BTT, recreaciones y representaciones de la vida y costumbres del Valle del Jerte… música, gastronomía, deporte.
Una rica programación que complementa el espectáculo natural que se desarrolla en las laderas y ha dado fama internacional a este Valle. La floración del más de millón y medio de cerezos de la comarca es un fenómeno natural tan bello como impredecible y fugaz que hay que contemplar, in situ, al menos una vez en la vida.
Floración de los cerezos en el Valle del Jerte
La floración de los cerezos no se produce en una fecha fija, sino que varía cada año dependiendo de las condiciones meteorológicas. La floración no se produce uniformemente: primero florece la zona más baja y cálida del Valle y va avanzando hasta culminar en las zonas más altas y frías.
A día de hoy, la información oficial sobre el estado de floración de los cerezos del Valle del Jerte, elaborada por la Oficina de Turismo, aún no puede precisar con certeza en qué fechas concretas van a florecer los cerezos este año 2018, aunque siguen barajando las fechas de finales de marzo y sobre todo primeros diez días de abril. Suele haber floración durante diez días, aproximadamente.
Y tras la floración, ¿qué pasará? Cuando la floración culmine con la llamada ‘Lluvia de Pétalos’, los cerezos perderán las flores y sus hojas se abrirán paso, en solo unos días el blanco dará paso a un verde primavera que acabará tornando en verde intenso. Al cromatismo de los cerezos se unirán los intensos verdes de castaños y robles, el violeta de los brezos, el amarillo de la retama y, más tarde, el rojo de las cerezas: La Cerecera.