Uno de los mayores atractivos de la Comarca Pasiega (Cantabria) es su gastronomía. Sabores y aromas únicos que hablan de tradición y buen hacer, de elaboración artesanal y manos sabias que confeccionan platos cargados de historia. Alimentos con un origen marcado y singular.
La gastronomía pasiega es a la vez un valor cultural y una seña de identidad para la Comarca. Su mesa se nutre de productos característicos de estas tierras como son la sabrosa carne de gran calidad, la pesca de río o los frutos de la tierra, cultivados de manera natural y saludable, que pasan directamente de la huerta a la mesa. También la leche, que con su sabor intenso da lugar a sabrosos helados y otros dulces, muchos de ellos únicos y originarios de esta zona, como las quesadas y los sobaos, viandas convertidas hoy día en bocados de fama nacional.
En definitiva, productos naturales y saludables que dan lugar a platos como estos Huevos campesinos, una receta ofrecida por Turismo Valles Pasiegos.
Huevos campesinos
INGREDIENTES
- 6 huevos
- 2 cebollas
- 2 dientes de ajo
- 6 lonchas de jamón
- 1 pimiento morrón
- 1 guindilla
- Aceite de oliva y sal
ELABORACIÓN
- Fondear el ajo y la guindilla con el aceite de oliva hasta dorar el ajo. Añadir la cebolla y los pimientos cortados en juliana y pochar para conseguir las verduras estén bien blanditas.
- Incorporar los huevos en las mismas verduras y dejar cocer unos minutos (los huevos tienen que quedar enteros).
- Poner las lonchas de jamón por encima de los huevos y servir.
- A la hora de emplatar se sirve la verdura de base y el huevo por encima, formando como un nido con las verduras y los huevos.
Valles Pasiegos
Las cuencas siempre verdes de los ríos Pas, Pisueña (Carriedo) y Miera responden a la perfección al estereotipo más difundido de Cantabria: valles intrincados, pastizales que se pierden tras las lomas de las montañas y gentes de carácter reservado. Estos tres valles, contiguos y hasta hace poco incomunicados entre si por carretera —hoy en día circular no es un problema, excepto en las fuertes nevadas invernales— han estado ancestralmente comunicados precisamente a través de las montañas que los dividen, por la trashumancia de sus pobladores, los pasiegos. Los núcleos de población más importantes de la zona son Villacarriedo y Selaya. Los balnearios en Puente Viesgo y Liérganes, con sus respectivos hoteles, son buenos lugares desde los que conocer esta zona.
Las tierras pasiegas están pobladas desde tiempos inmemoriales, y eso se refleja en el paisaje. Las cabañas pasiegas se encuentran diseminadas por todo el paisaje de pastos escarpados. Las Tres Villas Pasiegas: San Pedro del Romeral, Vega de Pas y San Roque de Riomiera son el mejor ejemplo de este modo de vida que sus gentes han sabido trasmitir de generación en generación. Los cuidadísimos prados, aunque creados por la mano del hombre a lo largo de los siglos, son un atributo más de un ecosistema en el que la naturaleza y los modos de vida tradicionales están muy integrados. El valle del Miera, con angostas gargantas excavadas en la roca por el río, es el más cerrado de la región, y en su encabezamiento se halla un circo glaciar. El bosque autóctono —avellano, fresnos, castaños, robles…— se encuentra bastante reducido en favor de los prados.
El patrimonio histórico artístico de esta zona se encuentra muy diseminado. Destacan los conjuntos arquitectónicos de Vega de Pas y Esles, que recogen las características de la vivienda popular de estos valles y el palacio de Soñanes, en Villacarriedo. Es recomendable llegarse a las cuevas de Puente Viesgo, que contienen pinturas rupestres de hasta 30.000 años de antigüedad.





