Mercamadrid es una de las principales Unidades Alimentarias del mundo y la mayor plataforma de distribución y comercialización de alimentos frescos en España, un gran espacio donde se concentran los mejores productos de más de cuarenta países con posibilidad de distribuirlos a los cinco continentes.
Esto le ha llevado a posicionarse como el mayor mercado europeo de alimentación perecedera y el segundo Mercado Central de Pescados a nivel mundial, después de Tokio y el primero, por la oferta única en variedad de especies.
Por sectores de actividad, el Mercado Central de Frutas y Hortalizas de Mercamadrid ocupa 65.000 m² cubiertos distribuidos en 6 naves —más una nave de 8.880 m² de superficie destinada a la maduración de plátanos— en los que operan 153 empresas en 342 puestos. Por otro lado, el Mercado Central de Carnes consta de 42.000 m² en tres plantas en los que hay instaladas 70 empresas cárnicas, que comercializan en su conjunto alrededor de 600.000 toneladas de productos a más de 7.000 clientes de la distribución comercial, restauración y hostelería. Y el Mercado de Pescados, con una superficie de 33.000 m² y una comercialización anual de 172.012 toneladas de alimentos en 2019, cuenta con 156 puestos de mayoristas existentes con una amplísima gama de productos frescos y congelados.
Y en este contexto, Mercamadrid ha puesto en marcha la iniciativa ‘Somos lo que comemos’ con el objetivo de poder acercar la actualidad gastronómica relativa a los productos frescos, origen, consejos de manipulación, preparación y, además, visitar las cocinas de algunos de los restaurantes más importantes de Madrid para charlar sobre ellos con sus cocineros sobre propiedades de los alimentos, de dónde vienen, valores y… lo más importante cómo cocinan recetas como estos Huevos fritos con trufa.
Huevos fritos con virutas de trufa
INGREDIENTES
- Huevos
- Trufa
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal
ELABORACIÓN
En una sartén calentamos a fuego medio aceite de oliva virgen extra.
Cuando esté a temperatura, rompemos los huevos suavemente para que no se deshaga la yema y los dejamos caer sobre el aceite.
Bajamos el fuego al mínimo y dejamos que se cocine la clara.
Cuando veamos que la yema está espesa pero a su vez líquida por dentro retiramos los huevos con una espumadera.
Ya en el plato, le rallamos por encima la trufa y una pizca de sal, y listo este plato tan sencillo pero con un gran sabor.





