El alga nori, cuyo nombre científico es Porphyra umbilicales, es sin duda alguna el alga más conocida y consumida del mundo, gracias a la reciente popularidad de la cocina asiática y en concreto a su utilización en la preparación del sushi, tan extendido no solo por oriente sino también a través de la nueva gastronomía […]

El alga nori, cuyo nombre científico es Porphyra umbilicales, es sin duda alguna el alga más conocida y consumida del mundo, gracias a la reciente popularidad de la cocina asiática y en concreto a su utilización en la preparación del sushi, tan extendido no solo por oriente sino también a través de la nueva gastronomía occidental de fusión.

El término “nori” se refiere comúnmente a una serie de alimentos creados sobre la base de estos vegetales marinos. Los productos finales se elaboran cortando las algas en tiras y secándolas mediante un proceso parecido al de la tradicional producción del papel. También se consume alga nori en forma de pasta aromatizada con salsa de soja, o una vez seco y en polvo como especia en muchos platos orientales, espolvoreándose sobre arroces, pastas, ensaladas o sopas.

Aunque son varios los países que se dedican a cultivarla o recolectarla para luego ser explotada comercialmente -España, Francia, China- el mayor consumidor de este vegetal marino es sin duda Japón. Lo más habitual es su comercialización ya seca, con una presentación tipo lámina de papel que se obtiene después de triturarla y prensarla.

Organismo multicolor

En su estado natural este alga tiene una coloración rojiza o púrpura, que cuando seca pasa a ser negra y cuando se cuece, verde. Su composición nutriticional demuestra que la mayoría tienen una gran abundancia en sodio y yodo, probablemente una de las razones para justificar su empleo, desde hace milenios, como condimento saborizante en numerosas preparaciones culinarias. Es también una fuente natural de vitamina B12, como indican los numerosos estudios realizados en Japón, donde forman parte esencial de su dieta diaria.

Aunque su propio sabor, muy concentrado, invita ya de por sí a emplearlas moderadamente como aderezo sólo en pequeñas dosis, debe tenerse una cierta precaución en su consumo debido a su alto contenido en yodo, que podría originar hipotiroidismo. También estaría igualmente contraindicada en casos de  hipertensión, retención de líquidos o trastornos cardiacos y renales, por alto contenido en sodio.