Las ganas de salir a comer o cenar en un restaurante y, hasta el tipo de establecimiento, cambian según el tiempo que haga. Por ejemplo: con el aumento de las temperaturas, se incrementa también el consumo de cocina ligera, comida japonesa y creativa; y, sin embargo, los restaurantes especializados en carnes, cocina argentina, mexicana o del norte de la península, son los favoritos para los días de frio y lluvia.
Al menos así se refleja en un reciente estudio elaborado por ElTenedor y digitalmeteo cuyos resultados indican que los cambios meteorológicos no sólo afectan a nuestro apetito, sino también a nuestro estado de ánimo y a las ganas de salir y hacer planes e influyen directamente en el consumo de restaurantes, especialmente cuando se trata de precipitaciones y temperaturas extremas de frio o calor. Es por ello que cuando se dan situaciones de lluvia o de calor, la gente sale más a comer o cenar fuera y, como consecuencia, las reservas en los restaurantes aumentan.
Las reservas de restaurantes con el frío
A medida que descienden las temperaturas se tiende a ir a restaurantes donde la cocina es más pesada o contundente. Los restaurantes especializados en carnes —como los del norte de España, cocina argentina o mexicana— son los que más triunfan cuando hace frio, hasta llegar a los 10° o 15° C, pero a partir de esa temperatura su consumo desciende y empiezan a reservarse otro tipo de restaurantes.
Esta tendencia también se deja notar con las precipitaciones, especialmente en Madrid y Barcelona, donde a medida que aumentan las precipitaciones la cocina argentina o del norte tienen más éxito.
El calor cambia los gustos
Con la llegada del buen tiempo y las altas temperaturas parece que nos animamos más a salir, aunque el apetito cambia. En estas circunstancias de buen tiempo, los restaurantes más demandados son los que ofrecen una comida más ligera como la japonesa, la mediterránea o la creativa. Esto sucede especialmente en Madrid y Barcelona, ya que, en ciudades como Valencia, curiosamente, la cocina japonesa o los platos creativos se consumen más cuando hace más frio.
Aunque la gastronomía mediterránea es la favorita haga el tiempo que haga, la meteorología afecta al consumo de otros tipos de cocina. Es el caso de la cocina italiana, cuyo consumo aumenta con la temperatura hasta llegar a los 25°o 30°C, cuando parece que apetece menos y se nota un descenso en su demanda. Si hablamos de arroces, estos triunfan en zonas como Valencia cuando no llueve y la temperatura ronda los 20°o 25°C, mientras que en ciudades como Barcelona la temperatura favorita para tomarse un arroz se sitúa entre los 10-15°C.
El estudio, elaborado por ElTenedor y digitalmeteo que combina Big Data y Learning Machines, se ha llevado a cabo en Madrid, Barcelona y Valencia, y muestra cómo la meteorología afecta a los hábitos gastronómicos en diferente medida según la ciudad. En Madrid las precipitaciones y las temperaturas influyen mucho a la hora de salir de restaurantes, mientras que, en Barcelona y Valencia, afecta la temperatura, pero apenas influyen las precipitaciones.
