El pasado mes de mayo, el vicepresidente de la Comisión Europea, Frans Timmermans, presentaba las líneas generales de la estrategia Farm to Fork (de la granja al tenedor), en español De la Granja a la Mesa, como una de los proyectos estrella del nuevo gabinete europeo dentro del llamado Green New Deal que definirá los próximos años.
Una iniciativa que parte de un punto clave: los alimentos europeos deben seguir siendo seguros, nutritivos y de alta calidad, y deben producirse con un impacto mínimo sobre la naturaleza. Y para gestionar la transición hacia esta estrategia europea, los agricultores y pescadores europeos serán un pilar fundamental.
De la granja a la mesa
Y sobre este tema, la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) celebró ayer lunes un seminario online para acercar esta nueva estrategia, De la Granja a la Mesa, a todos los productores y productoras de alimentos, aprovechando el encuentro —que contó con la participación de Clara Aguilera, del Parlamento Europeo, Ricard Ramón, de la Comisión Europea, y José Manuel Roche, secretario de Relaciones Internacionales de UPA— para plantear sus dudas acerca de esta política que se está discutiendo en Bruselas. Y las principales conclusiones fueron:
Para Ricard Ramón, lo más destacado es que, por primera vez, la Unión Europea quiere abordar de una forma integral la sostenibilidad de los productos agroalimentarios, a lo largo de toda la cadena e, incluso, con una perspectiva global, con el objetivo, también, de impulsar a que otros países fuera de las fronteras comunitarias remen igualmente en la dirección de esta estrategia que promete una reducción del 50 % en el uso de pesticidas y antibióticos, un descenso de la pérdida de nutrientes del suelo para reducir en un 20 % el uso de fertilizantes y que el 25 % de la superficie agrícola produzca en ecológico.
En cuanto a las inquietudes que el sector siente respecto a estas novedades, el representante de UPA planteaba que “la población no para de crecer y cada vez necesitamos producir más para alimentarla. ¿Cómo vamos a hacerlo si plantean reducir las herramientas de las que disponemos para producir?”
Por su parte, la europarlamentaria Clara Aguilera explicaba que “de momento, De la Granja a la Mesa es una comunicación. Hemos logrado unos objetivos políticos, pero todavía hay mucho camino por delante. El presupuesto y el estudio del impacto ambiental vendrá después”, aclarando que “esta es una gran oportunidad, animo a todos los agricultores y ganaderos, y a sus organizaciones a que opinen y que ayuden a diseñar el futuro, un futuro mejor”.
Respecto a los puntos que le preocupan a ella, señalaba que la apuesta por el consumo de proximidad podría convertirse en una desventaja comercial para determinadas zonas periféricas, como España, como, por ejemplo, “¿cómo vamos a llevar frutas y hortalizas desde Motril o El Ejido a Alemania?”
Finalmente, Clara Aguilera explicaba que no solo el modelo ecológico es sostenible pidiendo que “no se estigmatice a los demás productores” y que el esfuerzo que se pida a los productores sea “compensado”.
