L’Astrance es un pequeño local parisino curiosamente escondido en otra también pequeña pero muy ‘sonora’ calle, la rue Beethoven, a escasos 300 metros de la torre Eiffel, un restaurante que abrió silenciosamente sus puertas hace diez años y que en este tiempo ha conseguido no solo las anheladas tres estrellas Michelín, sino alcanzar el puesto […]

L’Astrance es un pequeño local parisino curiosamente escondido en otra también pequeña pero muy ‘sonora’ calle, la rue Beethoven, a escasos 300 metros de la torre Eiffel, un restaurante que abrió silenciosamente sus puertas hace diez años y que en este tiempo ha conseguido no solo las anheladas tres estrellas Michelín, sino alcanzar el puesto nº 13 de la prestigiosa lista S. Pellegrino de los mejores restaurantes del mundo.

Y es que se trata sin duda de uno de esos claros ejemplos de buena conjunción entre un genial y joven cocinero, Pascal Barbot y un excepcional jefe de sala, Christophe Rohat, ambos procedentes del “ultraglam” restaurante L’Arpège, de Alain Passard, quien ya en 1995 elogiaba al veinteañero ayudante de cocina que no le dejaba ni a sol ni sombra y al también joven y magnífico segundo de sala que comenzaba a destacar por su exquisito trato y educación hacia los clientes.

La pareja perfecta

Pascal Barbot abandonó L’Arpège en 1998, dando  por terminado su período de aprendizaje con el que aún hoy llama “maestro de la cocción”. Después de pasar dos años en Sydney (Australia), regresa a París y se reencuentra con Christophe Rohat en el Lapérouse,  logrando entre ambos, con sus habilidades complementarias, convertir el local en el foco de atención inmediato del “tout Paris”.

Pero Barbot y Rohat deciden que para poner en práctica verdaderamente su estilo y filosofía común, basada en ofrecer calidad y no número de cubiertos,  deben dar un paso más y montar su propio establecimiento.

Con el apoyo moral de su antiguo patrón Alain Passard, quien les anima entusiastamente con consignas como “el único secreto es gozar con vuestro trabajo y hacer gozar al cliente”, emprenden la aventura de L’Astrance, que lleva el nombre de una planta de color púrpura que sólo crece en la región francesa de Auvernia.

Un pequeño, elegante y moderno local con espacio únicamente para 25 personas -en concreto  22 cubiertos a mediodía y 28 por la noche- en el que es necesario esperar casi dos meses para conseguir mesa.

Menú cerrado

El menú -una carta cerrada y sin posibilidad de elección para no malgastar productos y disponer cada día de una oferta nueva y fresca- presenta unos platos siempre exuberantes de sabor, con exquisiteces como unos originales ravioli a base de finas láminas de aguacate envolviendo carne de cangrejo condimentada, un rodaballo saborizado al limón y al jengibre o paloma salteada con patatas al grill.

L’Astrance
rue Beethoven, 75016 París, Francia
+33 (0) 1 40 50 84 40