Esta sopa mediterránea, de origen rural, obtiene su textura y su aporte proteínico de las alubias pintas, un plato completo y abundante. El asombroso sabor de la sopa comienza con una base de sofrito, incrementándose posteriormente con los sabores de la salvia y el Albariño, un vino afrutado y muy aromático.
El último informe Tendencias en Sabores McCormick y Ducros da a conocer las principales tendencias en gastronomía que marcarán la pauta en este año y posteriores. En total, seis tendencias han sido Identificadas por un equipo internacional de chefs y expertos en sabores y ofrecen un avance de lo que veremos en menús de todo el mundo.
Entre las tendencias y sabores emergentes detectados se encuentra el concepto ‘un extra de proteínas’, una línea en la que las legumbres adquieren un nuevo nivel gastronómico cuando se mezclan con deliciosos ingredientes.
Y como ejemplo esta Sopa de alubias pintas salvia y pasta orzo, una sopa mediterránea de origen y sustanciosa gracias al aporte de las alubias pintas y de las pasta orzo, una de las pastas típicas utilizadas en la cocina italiana, con una forma similar a la de los granos de avena —de ahí procede su nombre, ‘hordeum’ en latín, en italiano cebada—pero con un tamaño ligeramente superior, entre una lenteja y un garbanzo.
Ingredientes
- 200 g de panceta, cortada en cubitos
- 2 cebollas, picadas
- 2 zanahorias, picadas
- 2 tallos de apio, picados
- 1 cucharadita de ajo
- 250 ml de vino Albariño
- caldo de pollo
- 1 bote de alubias pintas, escurridas
- 50 g de pasta orzo, sin cocinar
- tiras gruesas de cáscara de limón
- cucharaditas de pimentón dulce
- 1 cucharadita de salvia
- 1/2 cucharadita de pimienta negra y roja
- 1/2 cucharadita de sal de mar Ducros
- 50 g de kale, lavado y picado
Elaboración
Fría la panceta en una sartén grande a fuego medio durante cuatro minutos, o hasta que se dore. Añada las cebollas, las zanahorias, el apio y los gránulos de ajo. Ponga todo a cocinar entre seis y ocho minutos más, removiendo de vez en cuando o hasta que se ablanden las verduras.
Añada los ingredientes restantes, excepto el kale, y ponga todo a hervir. Reduzca el fuego, tape y cocine a fuego lento durante veinte minutos o hasta que las verduras estén tiernas, removiendo de vez en cuando.
Quite la corteza del limón de la sopa. Retire 300 ml de la sopa y bátala a una velocidad alta hasta conseguir una mezcla suave. Ponga de nuevo en la olla la mezcla obtenida. Añada el kale a la sopa y cocine a fuego lento sin cubrir el recipiente durante 10 minutos o hasta que el kale esté tierno y la sopa ligeramente más espesa, removiendo de vez en cuando.
Para servirla, vierta la sopa en tazones de sopa, poniendo como guarnición tiras finas de corteza de limón, queso Asiago rallado y Crostini de Asiago.





