La primera quincena de agosto, la localidad pontevedresa de Arbo vuelve a congregar a miles de visitantes en torno a la Fiesta de la Lamprea Seca, un pez prehistórico, el vertebrado más antiguo del que se tiene constancia, y que ha entusiamado a personajes como Álvaro Cunqueiro, Celso Emilio Ferreiro o Castro Viejo.
Este año la Fiesta de la Lamprea Seca celebrará su XXII edición —la conocida Fiesta de la Lamprea lleva celebrándose en primavera desde 1961— el 13 de agosto en la ya tradicional Carballeira de Turbela. Durante todo el día se podrá degustar en los puestos habilitados este manjar en sus diferentes variedades, asada, rebozada, rellena… y siempre acompañada de los mejores vinos de la D.O. Rías Baixas.
Mientras, y en paralelo a las degustaciones, se llevarán a cabo diversas actividades para todos los públicos como la Fiesta de la bicicleta, la Feria de artesanía y antigüedades, la actuación de grupos folclóricos, charangas… y como fin de fiesta, el II Festival de Cantos de Taberna, que el año pasado, en su primera edición, obtuvo una gran acogida y reconocimiento. Por supuesto, no puede faltar la visita obligada al Centro de Interpretación del Vino y la Lamprea, Arabo, situado frente al recinto.
La primera Fiesta de la Lamprea Seca tuvo lugar en el año 1996 con el objetivo de dar continuidad a la promoción de esta delicia gastronómica, poniendo en valor estas otras formas de preparar la lamprea fuera de temporada, que permiten, de esta manera, degustarla durante todo el año. Álvaro Cunqueiro, en un artículo publicado en abril de 1975 con motivo de la XV Fiesta de la Lamprea —a la que el escritor no pudo asistir— decía: «Y me quedo sin Arbo, sin sus cordiales gentes, sin los amigos que van a hacer la fiesta a la lamprea y con los que quisiera charlar y a su lado comer…. Porque estar en Arbo en la fiesta de la Lamprea, es estar en una fiesta».
La lamprea, un pez prehistórico en la cazuela
La lamprea, el vertebrado más antiguo del que se tiene constancia, lleva más de 500 millones de años en el planeta. Y el entorno del río el Miño parece haberse convertido en su refugio, un hábitat óptimo para preservar su existencia, porque año tras año regresa a desovar allí después de pasar gran parte de su vida en el mar.
Por ello, el concello pontevedrés de Arbo está íntimamente unido a la lamprea y al vino. Tal es su relevancia que, en esta localidad, el pez y las uvas forman parte del escudo y la bandera del municipio. Una unión que también se ha mantenido en el plano gastronómico con la transmisión, de padres a hijos, de recetas como lamprea en empanada, lamprea asada a la brasa, frita y rebozada, guisada con fideos y tirabeques o a la arvense, entre otras.
El secreto para la pervivencia de este curioso animal —según aseguran los propios vecinos de Arbo— es la sostenibilidad en su pesca. Y es que aún se conservan los métodos tradicionales de hace más de mil años, de los que se dice, incluso, que podrían ser de la época romana. Se trata de las pesqueiras, unas barreras naturales encajadas en el cauce que capturan las piezas, sin esquilmar el río, entre los meses de enero a mayo, cuando está abierta la veda.
