En España, la miel se ha considerado tradicionalmente un endulzante natural de bebidas, como café o leche, y de alimentos como el pan, el yogur, la cuajada o los frutos secos, entre otros. Sin embargo, sus propiedades para potenciar el sabor también aportan un toque especial y diferente en el caso de platos salados.

Por ello, desde la Asociación Española de Comerciantes y Envasadores de Miel (ASEMIEL-ANIMPA) han querido ofrecer una serie de ideas en este sentido, partiendo de una consideración general: las mieles oscuras, más potentes de aroma y gusto —como las de bosque, de brezo, de castaño, de montaña, de tomillo o milflores oscuras— son más recomendables para maridar carnes, mientras que para ensaladas, verduras en tempura y pescados resulta mejor usar mieles más claras y suaves, como la de romero o de azahar, entre otras.

Platos salados con un sabroso toque de miel

Y, en concreto, desde la Asociación aportan una serie de ideas para maridar platos salados con miel y así otorgarles un toque especial y diferente:

Salsa de soja y miel: 5 cucharadas de aceite de oliva, 2 cucharadas de salsa de soja, 1 cucharada de miel y otra de vinagre. Una elaboración perfecta para enriquecer cualquier tipo de plato salado, como carnes o pescados, aunque en los últimos años se ha focalizado hacia el ámbito del sushi y la comida oriental:

Salsa de mostaza y miel: 2 cucharadas de mostaza de Dijon, 2 cucharadas de miel y el jugo de medio limón. Es ideal para acompañar todo tipo de carnes a la brasa, así como ensaladas, verduras y patatas.

Vinagreta de miel: 3 cucharadas de miel y 4 cucharadas de vinagre balsámico y, a la vez que se mezclan, añadir poco a poco 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra y salpimentar al gusto. Una buena opción para darle un toque diferente a los platos healthy, como ensaladas.

Especial para asados: miel y vino tinto a partes iguales, bien mezclados. Idea para darle un sabor insuperable a los asados de pollo, cerdo y cordero, embadurnando las piezas con esta mezcla.

Salsa agridulce especial para casi todo tipo de arroces: colocamos en un cazo 4 cucharadas de vinagre blanco, 5 cucharadas de azúcar blanco, 1 cucharada de kétchup, sal y 125 ml de agua, mezclamos bien, y llevamos a ebullición (si ha quedado un rojo suave y lo queremos más intenso, podemos añadir un poco más de kétchup). Cuando la salsa empiece a hervir bajamos el fuego y lo dejamos así 3 minutos. Después preparamos una mezcla con 3 cucharadas agua y 1 de Maizena. Vamos añadiendo poco a poco y removiendo esta mezcla para que la salsa no se espese demasiado.

Resumen
Platos salados con un original toque de miel
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Platos salados con un original toque de miel
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En España, la miel se ha considerado tradicionalmente un endulzante natural de bebidas, como café o leche, y de alimentos como el pan, el yogur, la cuajada o los frutos secos, entre otros. Sin embargo, sus propiedades para potenciar el sabor también aportan un toque especial y diferente en el caso de platos salados.
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