Las compañías especializadas en la recogida del aceite de cocina usado de los restaurantes de Estados Unidos han tenido que revisar sus sistemas de seguridad a lo largo de los últimos años con investigadores privados, cámaras de vigilancia y alarmas combinadas. Y de todos modos, los contenedores repletos del aceite usado recién salido de las […]

Las compañías especializadas en la recogida del aceite de cocina usado de los restaurantes de Estados Unidos han tenido que revisar sus sistemas de seguridad a lo largo de los últimos años con investigadores privados, cámaras de vigilancia y alarmas combinadas. Y de todos modos, los contenedores repletos del aceite usado recién salido de las sartenes, les desaparecen cada día más frecuentemente.

Según un artículo publicado el pasado sábado en el diario estadounidense The New York Times, durante años, los restaurantes tuvieron que pagar a compañías especializadas para que les recogieran el aceite viejo ya usado, que era reutilizado sobre todo en la elaboración de piensos. Algunos establecimientos se lo entregaban gratuitamente a los aficionados del motor locales, quienes lo reconvertían en biodiesel para los motores de sus coches trucados.

La causa, la creciente demanda de biocarburantes

Pero con la reciente y creciente demanda de biocarburantes, el aceite usado ha pasado a  formar parte de un lucrativo mercado de materias en auge, en el que se paga alrededor de 40 centavos por libra (0,31 euros por kilo), aproximadamente cuatro veces el precio por el que se vendía hace 10 años. Esto lo ha convertido en un tentador objetivo para ladrones, sobre todo en los duros tiempos que estamos viviendo.   

El Estado de California y más recientemente el de Virginia han promulgado estatutos especiales para regular la recogida de aceite usado procedente de cocinas industriales o de hostelería. Carolina del Norte votará una ley muy similar en mayo. Pero mientras que algunos organismos oficiales, sobre todo en California, vigilan y persiguen cada vez más este problema, los tribunales se han quedado atrás.

“Es muy difícil conseguir a fiscales de distrito que se tomen en serio este problema,” declaraba Douglas Hepper, director de la agencia estatal de California que regula la recogida de aceites. “Están demasiado ocupados con los asesinatos y el tráfico de drogas, han limitado los presupuestos y tienen que establecer prioridades.”     

“Pocos casos llegan a juicio y cuando ellos hacen, los delincuentes a menudo salen sin más que una pequeña penalidad y vuelven al mismo negocio, a ver si consiguen algo más”, añadía Hepper.

Los Simpsons ya lo denunciaron hace años

Un episodio de Los Simpsons, ya en 1998, describía como Homer trataba de sacarse unos dólares rápidos vendiendo aceite usado, pero durante años, las autoridades encargadas de aplicar la ley parecían no ser conscientes de que el ‘petróleo de sartén’ estaba siendo robado por transportadores no autorizados, causando millones de pérdidas cada año para la industria legal de reconversión que lo recoge y trata adecuadamente el aceite usado.