La manzana Kanzi es una mezcla de la variedad Gala, jugosa y dulce, y la Braeburn, repleta de notas acídulas. Las notas agridulces crean una agradable combinación en la elaboración de muchas recetas y agregan un punto especial a un buen número de platos.
Su sabor agridulce y su textura crujiente la convierten en una excelente elección en la cocina, donde dan lugar a platos como esta Manzana con higos y queso gorgonzola.
Manzana con higos y queso gorgonzola
INGREDIENTES
- 1 manzana Kanzi
- 2 higos
- 50 gramos de Gorgonzola
- 25 gramos de piñones
- 2 cucharadas de aceite de oliva
- 2 cucharaditas de miel
- 1 limón
- 2 cucharadas de perejil
- ¼ de cucharadita de sal y pimienta
- 2 rebanadas de pan
ELABORACIÓN
- Calienta una cucharada de aceite de oliva en una sartén.
- Asa los piñones hasta que estén dorados.
- Pica los higos y las manzanas.
- Mezcla en un bol con el zumo de limón, la miel y un poco de aceite de oliva. Sazona al gusto.
- Desmenuza el queso Gorgonzola en la mezcla de manzana e higo, añade los piñones y el perejil y revuelve.
- Sirve con un poco de pan sabroso.
- Consejo: Tuesta el pan y restriega con medio diente de ajo fresco
El ciclo de una manzana
La historia empieza con el cruce de las variedades Gala y Braeburn, el terreno perfecto, el clima óptimo para su crecimiento, y un agricultor que debe esperar dod años antes de que las primeras manzanas vean la luz.
Durante el inverno los árboles están ‘descansando’ después de un largo e intenso periodo de productividad. El agricultor prepara sus árboles para la temporada siguiente: los corta para darles la forma correcta y la vitalidad que necesitan para lograr una producción óptima el próximo año. Cada árbol necesita atención individual, una tarea que ocupa desde noviembre hasta marzo.
En primavera, los días se alargan, la temperatura sube, los árboles despiertan. Cuando florecen en primavera, los manzanos se visten con miles de flores. Gracias a la estrecha colaboración con apicultores, se colocan colmenas en los pomares. Las abejas ayudan a polinizar las flores, lo que marca el inicio del proceso de crecimiento.
Llega el verano y las manzanas están en los árboles, aún pequeñas, pero se puede ver cómo crecen semana a semana. Se retiran las frutas deformadas, asegurándose de que todas las manzanas pueden recibir los nutrientes necesarios.
Y, finalmente, después de una media de 152 días, llega el momento de recolectar las manzanas Kanzi justo cuando se cumplen todos los criterios: la fruta ha madurado a la perfección, tiene el contenido correcto de azúcar, la pulpa tiene una firmeza óptima y el color es de un rojo intenso. Las manzanas se recolectan a mano y se envasan con el mayor de los cuidados, para después llegar hasta el almacén, donde se transportan en agua para protegerlas en perfectas condiciones.
Después de envasarlas y almacenarlas cuidadosamente, están listas para continuar su camino hasta el consumidor local, quien puede estar seguro de que recibirá la mejor manzana posible.





