El sector hostelero es el tercero con más empresas activas en la actualidad, pero también es uno de los tres que peor paga en España. Junto a Construcción y Administración es el sector con peor comportamiento entre 2010 y 2016 en cuanto a retraso medio de los pagos.
Al menos así lo asegura un reciente estudio sobre Comportamiento de Pagos de las Empresas del Sector de Hostelería entre 2010 y 2016 realizado por INFORMA D&B, filial de CESCE, especializada en el suministro de información comercial, financiera, sectorial y de marketing. Entre sus resultados, destaca el hecho de que el sector de Hostelería es el tercero con más empresas activas en la actualidad —355.915 empresas, tras Comercio y Construcción—, compuesto en su mayor parte por empresarios individuales (64%), siendo un 21% sociedades limitadas.
El retraso medio en los pagos en el segundo trimestre de 2016 de las empresas hosteleras se eleva a 20,14 días, lo que lo sitúa 6,67 días por encima de la media nacional, 13,47. Aunque la cifra disminuye entre 2010 y 2016 en 8,30 días, siguiendo la misma tendencia de descenso que el resto de sectores de actividad, es uno de los tres que peor se comporta en este periodo, junto a Construcción y Administración.
Poca puntualidad
La proporción de empresas puntuales en sus pagos durante el segundo trimestre llega al 44%, por debajo del 48% de media nacional. Sin embargo, el comportamiento de las dos ramas del sector es diferente: en el caso de los servicios de Alojamiento se reduce hasta el 34% pero en el caso de los servicios de Comidas y Bebidas alcanza el 51%, superando la media nacional. Las tasas de pago a más de 120 días alcanzan el 7% en comidas y bebidas, frente al 3% de alojamientos, porcentaje similar al del conjunto del país.
“La rama de Servicios de comidas y bebidas registra un retraso medio en los pagos en el segundo trimestre de 22,10 días, superior al del sector, 20,14 días, y a la rama Servicios de alojamiento, 16,90 días, siguiendo la línea marcada entre 2010 y 2016. Aunque hay que apuntar que la tendencia es a la baja en todos los casos en estos casi seis años y que ha disminuido la diferencia entre las dos ramas para quedar en 5,20 días”, comenta Nathalie Gianese, directora de Estudios de INFORMA D&B.
Por Comunidades
Las empresas de hostelería más puntuales en sus pagos de facturas se localizan en el País Vasco, con 12,99 días, Navarra (15,14 días) y Madrid, con una media de 15,92 días. Al contrario, las demoras más elevadas se dan en Castilla La Mancha, con 43,51 días, La Rioja, (35,75 días), y Murcia, con 26,76 días de media. En todas las comunidades el sector se comporta peor que la media nacional salvo en Canarias, donde la demora es de 17 días frente a los 19 del conjunto.
Las grandes compañías hosteleras son las que tienen una menor demora, 13,14 días, batiendo la media nacional que es de 15,97 días para compañías de este tamaño. Las pequeñas dilatan los pagos hasta 14,17 días, y las medianas hasta los 15 días. Son las micro empresas, con 26,69 días, las que peor se comportan, las que más retrasan sus pagos, muy por encima de la media de su tamaño, que es de 14,30 días.
Comparativa europea
Comparando los datos sectoriales con los de otros países europeos, la hostelería española sería el cuarto con mejor comportamiento en el segundo trimestre de 2016, por detrás de Países Bajos, que registra 7,59 días de retraso, Bélgica, 16,60 días, Francia, 17,15, días e Irlanda 18,89 días.
La cifra más dilatada es la portuguesa, 35,82 días de retraso para sus empresas hosteleras. Únicamente en los Países Bajos la media del sector está por debajo de la nacional.
Ficha técnica
El estudio sobre Comportamiento de Pagos de las Empresas del Sector de Hostelería entre 2010 y 2016 ha consistido en el análisis estadístico de los datos de DUN TRADE. INFORMA D&B, a través de su programa DUN TRADE ha constituido una base de datos única, formada por 1,5 millones de experiencias de pago, tanto positivas como negativas, en la que se puede apreciar el comportamiento de alrededor de 400.000 empresas diferentes en España. Constituye, por lo tanto, una válida referencia para determinar los hábitos reales de pago.
