La pasada semana se celebró la Conferencia Sectorial de Pesca —órgano que coordina la colaboración entre la Administración del Estado y las Comunidades Autónomas en materia de pesca—, un encuentro en el que el ministro Luis Planas presentó el documento titulado Contribución de España a las Directrices Estratégicas para una acuicultura de la Unión Europea más sostenible y competitiva para el periodo 2021-2030.
Una estrategia cuyo objetivo general es promover una acción coordinada y coherente que impulse la acuicultura en España, dotándola de herramientas que le ayuden a crecer y consolidarse como sistema de producción de alimentos y productos saludables. En este sentido, el ministro destacaba la importancia económica de esta actividad para amplias zonas del territorio nacional. La gran variedad de enclaves con los que cuenta España, tanto en el ámbito marino como en el continental, ha permitido desarrollar múltiples sistemas de cría comercial de 45 especies diferentes en más de 5700 establecimientos tanto en zona marina como marítimo-terrestre e interior, que producen más de 272 000 toneladas de productos de la acuicultura, por un valor de más de 623 millones de euros, lo que sitúa a España como el primer productor de acuicultura en volumen de la Unión Europea y el segundo en valor.
Por comunidades autónomas, Galicia encabeza la producción de engorde de especies marinas en España, con el 81,3 % del total y el 32,6 % del valor, principalmente debido a la producción de mejillón, y también de rodaballo, trucha, almejas y ostras, seguida de la Comunidad Valenciana (6,93 % producción; 17 % valor) y la Región de Murcia (3,92 % producción; 20,7 % valor), con importantes producciones de lubina, corvina, dorada y atún. Además, esta actividad genera 12.000 empleos directos, uno de cada cuatro empleos de acuicultura de la UE y un 22 % de los puestos de trabajo en la Economía Azul UE de los recursos marinos.
La acuicultura del futuro
“La acuicultura del futuro va a contribuir al relanzamiento de muchas zonas rurales y litorales a través de la generación de nuevos puestos de trabajo y de riqueza para las economías locales, además de contribuir a la cohesión social a través de la generación de nuevas oportunidades para el relevo generacional”, aseguraba en este encuentro Luis Planas, añadiendo que, en conjunto, se espera que la producción (toneladas/año) de acuicultura en España para el periodo 2021-2027 se incremente un 16,07 % respecto al periodo 2014-2020, mientras que se espera que el valor de la producción (Euros/año) aumente un 24,80 % en ese mismo periodo.
Además, la estrategia va a propiciar el fortalecimiento de las organizaciones de productores, una tendencia hacia empleos a tiempo completo, la implantación de condiciones para el bienestar animal, la adopción de medidas de adaptabilidad y resiliencia frente al cambio climático y el incremento del número de mujeres empleadas en esta actividad. También supone un significativo aporte de proteínas de calidad a la población, a precios asequibles y con unas garantías de trazabilidad y sostenibilidad cada vez más exigentes. “La acuicultura no es una alternativa, sino una actividad complementaria a la pesca extractiva”, comentaba el ministro.
