Cada día vemos, compramos y consumimos un buen número de productos que forman parte ya de nuestro entorno personal, que nos resultan naturalmente familiares y cercanos. Sin embargo, no siempre conocemos el verdadero origen del producto o de su nombre, que en ocasiones se remonta a épocas muy lejanas. Como, por ejemplo, el de los productos con sello de calidad diferenciada, DOP, IGP O IG.

La política de calidad de la UE tiene como objetivo proteger los nombres de productos específicos para promover sus características únicas, vinculadas a su origen geográfico y al saber hacer tradicional. Los nombres de productos pueden recibir el reconocimiento de una indicación geográfica —Denominación de origen protegida (DOP) o Indicación geográfica protegida (IGP) para productos alimenticios y vinos, e Indicación geográfica (IG) para bebidas espirituosas— si tienen un vínculo específico con su lugar de elaboración, lo que da confianza a los consumidores y les permite distinguir los productos de calidad, al tiempo que ayuda a los productores a comercializar mejor sus productos.

Las Denominaciones de Origen. Sus inicios

Pero el concepto Denominación de Origen no es nuevo, sino que acumula ya casi un siglo de historia en España y casi 50 años en Europa. Las denominaciones de origen nacieron para diferenciar a los vinos de reconocido prestigio.

Según la Conferencia Española de Consejos Reguladores Vitivinícolas (CECRV), fue a finales del siglo XIX cuando los productores y comerciantes comenzaron a valorar que en determinados países y zonas concretas —Francia en las zonas donde se producía champán y coñac (Champagne y Cognac) y España en la zona de Jerez y Portugal en la zona de Oporto— se daban unas circunstancias naturales históricas que, ligadas a una determinada forma de hacer por parte de quienes lo producían y elaboran, permitían que los productos obtenidos fueran reconocidos por su especial calidad, lo que, además, ayudaba a que su valor en el mercado fuera superior a los productos de la competencia.

Comenzaba así a reivindicarse la diferenciación de los productos por su indicación de procedencia, embrión del concepto Denominación de Origen. Diferentes países se dieron cuenta del potencial de la calidad diferenciada que ofrecían determinados productos ligados a un origen y esto dio lugar al primer acuerdo internacional sobre registro internacional de marcas: el Arreglo de Madrid, de 1891, firmado por España, entre otros países, al que han sucedido otros acuerdos internacionales que fueron consolidando el concepto y la protección del mismo, como el Arreglo de Lisboa de 1958, relativo a la protección de las denominaciones de origen y su registro internacional.

Las DOP del vino en España

En España, un primer instrumento de defensa de las producciones locales fue la Ley de Propiedad Industrial, de 16 de mayo de 1902, que ya definía el concepto de indicación de procedencia, regulaba el proceso de concesión de una marca colectiva y establecía una protección común frente a acciones de competencia desleal. Esta ley fue un paso significativo para la organización posterior de las zonas vitivinícolas de nuestro país bajo la figura de las indicaciones de procedencia.

El paso definitivo se dio con la aprobación del Estatuto del Vino de 1932, convertido en Ley en 1933, que introdujo en la legislación española la figura de la denominación de origen y que dio lugar a la aprobación de las primeras denominaciones de origen en nuestro país, entre ellas: Rioja, Jerez, Málaga, Tarragona, Priorato, Alella, Alicante, Valencia, Valdepeñas, Cariñena, Rueda, Ribeiro, Manzanilla-Sanlúcar de Barrameda. La elevación del Estatuto a rango de ley, un año después, permitió que sumasen otras, caso de La Mancha, Montilla-Moriles, Toro o Navarra.

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Las Denominaciones de Origen. Sus inicios e historia
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Las Denominaciones de Origen. Sus inicios e historia
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Cada día vemos, compramos y consumimos un buen número de productos que forman parte ya de nuestro entorno personal, que nos resultan naturalmente familiares y cercanos. Sin embargo, no siempre conocemos el verdadero origen del producto o de su nombre.
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