El proyecto Polinizup, cuyo objetivo es lograr para incrementar las poblaciones de insectos polinizadores, ha llegado a su fase final con unos resultados rotundos: los agricultores pueden salvar a los polinizadores y, además, beneficiarse además de ello potenciando sus cultivos.
La iniciativa, puesta en marcha por la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA), y financiado con el apoyo de la Fundación Biodiversidad, del Ministerio para la Transición Ecológica y Syngenta, ha entrado en su fase final. Tras realizar numerosas pruebas de campo en cuatro hábitats agrícolas diferentes —secano, herbáceos de regadío, olivar de secano y frutales de regadío— han quedado demostradas las hipótesis con las que partía la iniciativa: la siembra de especies florales beneficiosas para los insectos incrementa sus poblaciones y beneficia a los cultivos.
Y es que los resultados muestran que las ‘bandas florales multifuncionales’ —creadas a partir de mezclas de semillas sembradas en los márgenes de las fincas— pueden incrementar el rendimiento de ciertos cultivos, al aumentar la visita de los polinizadores y mejorando el control biológico de plagas.
“Es perfectamente posible mantener una agricultura productiva y, a la vez, incrementar la población de polinizadores. La experiencia se ha realizado en diferentes tipos de cultivos, desde los secanos de Ávila o Toledo a los regadíos de alta producción de León o Cáceres, y en todos ellos se ha incrementado la población de polinizadores gracias a las pruebas de Polinizup, sin alterar, además, la orientación de producción de alimentos, que es la esencia y razón de ser fundamental de la agricultura”, explican desde UPA.
Semillas y polinizadores
Las pruebas han demostrado que cuanto más variadas sean las mezclas de semillas, más diversas son las comunidades de polinizadores de las bandas, por lo que es necesario hacer una selección de flores adecuada para atraer los polinizadores que sean de interés para cada zona. La sequía, no obstante, tiene un efecto negativo, pues las poblaciones no se vieron tan beneficiadas en las zonas donde llovió menos.
El proyecto también ha probado que es necesario seguir trabajando con las mezclas de especies vegetales para maximizar el incremento de insectos polinizadores o auxiliares, teniendo en cuenta además que hay que evitar perjudicar a los cultivos al atraer a posibles insectos vectores de enfermedades o fitófagos. Los estudios han permitido monitorizar ciento cuarenta y dos especies de insectos polinizadores, doce especies de abejas silvestres, dos especies de mariposas protegidas y seis endemismos ibéricos localizados alrededor de los cultivos en las ‘bandas multifuncionales’.
