La Obra Social de CatalunyaCaixa acoge desde ayer y hasta el 26 de junio, en su centro de La Pedrera, la exposición titulada El arte del comer. De la naturaleza muerta a Ferran Adrià. La muestra -con un título que recoge la doble vía conceptual en que se organiza la exposición, la comida como alimento […]

La Obra Social de CatalunyaCaixa acoge desde ayer y hasta el 26 de junio, en su centro de La Pedrera, la exposición titulada El arte del comer. De la naturaleza muerta a Ferran Adrià. La muestra -con un título que recoge la doble vía conceptual en que se organiza la exposición, la comida como alimento y la comida como acto- supone un acercamiento a la relación que han mantenido el arte y la comida a lo largo de la historia moderna, desde los orígenes y la consolidación del género de “naturaleza muerta” en el siglo XVII, hasta a nuestros días.

La exposición dedica una atención especial a las diferentes manifestaciones artísticas creadas a partir de los años 60 y 70, cuando la comida y el acto de comer, con toda su carga de significado, irrumpen en la obra de artistas que buscan otros materiales, nuevas conductas y nuevos criterios para experimentar la vida a fondo e ir más allá de la representación imitativa de la realidad: ya no se trata de contemplar, sino de participar.

130 obras de 76 artistas procedentes de unos setenta museos y colecciones particulares de 14 países reunidas en una muestra excepcional que constará de cuatro apartados: la representación de la naturaleza muerta; el arte conceptual y el alimento como material; los artistas cocineros, artistas que han utilizado restaurantes como talleres de investigación artística  y un último espacio en el que a partir de la figura de Ferran Adrià, como generador de creatividad, se muestran obras inspiradas en su trabajo.
Un amplio repertorio de artistas

Un amplio repertorio de artistas representados

Artistas tan relevantes como Juan van der Hamen, Tomas Hiepes, Luis Meléndez –máximos representantes del género de la naturaleza muerta en la pintura española de los siglos XVII y XVIII, respectivamente–, Pablo Picasso, Chaïm Soutine, René Magritte, Joseph Beuys, Richard Hamil-ton, Daniel Spoerri, Dieter Roth, Antonio López, Miralda, Gordon Matta-Clark, Martha Rosler, Jana Sterbak o Miquel Barceló, estarán representados en esta exposición cuyo recorrido se cen-tra en las investigaciones formales, en la investigación de la composición, pero también en la metafísica y poética de las naturalezas muertas más conceptuales.

La muestra incluye también una selección muy representativa de trabajos relacionados con el uso de materiales comestibles y diversas propuestas sobre la materialidad estética de la comida, así como una serie de proyectos significativos en el ámbito de la performance y otros procedimientos, como la instalación o el vídeo, que nos sitúan directamente en la gastronomía como una forma de arte.

La propuesta pone también el acento en los artistas cocineros que a partir de los años 70 radicalizaron sus planteamientos y postularon la actividad del restaurante como hecho artístico, con ejemplos como Spoerri con el Restaurante Spoerri en Dusseldorf, el restaurante Food de Gordon Matta-Clark en Nueva York o El Internacional de Miralda.

El mundo creativo de Ferran Adrià

Siguiendo esta línea de investigación, la exposición también quiere reivindicar, a través de la figura excepcional de Ferran Adrià, la gastronomía en su concepción mas radical y experimental, considerándola como una acción creativa con unos códigos y procedimientos definidos. La gastronomía como composición, la gastronomía como provocación, la gastronomía como pensamiento.

El vínculo establecido desde el mundo del arte hacia la cocina de Ferran Adrià, sobre todo con la participación de este gran cocinero en Documenta 12 el año 2007, no oculta que su propuesta creativa se construye a partir del lenguaje culinario.

 La pujante energía creativa de Adrià ha atraído a un buen número de artistas, compositores, escritores y críticos de arte, así como a científicos, diseñadores o expertos en técnicas de creatividad, que desde hace un par de décadas han establecido un diálogo al cual el cocinero se ha prestado de manera atenta, receptivo a toda nueva enseñanza que le permitiese evolucionar. Este diálogo es uno de los umbrales donde se encuentran el arte y la cocina de El Bulli. El otro, tal vez más intangible, lo marca la emoción que desvelan sus creaciones.

Barcelona. El arte del comer. De la naturaleza muerta a Ferran Adrià.  Centro La Pedrera CatalunyaCaixa.

Desde el 15 de marzo al 26 de junio 2011