En España, los establecimientos de hostelería son espacios de socialización imprescindibles y antídotos contra la soledad y la despoblación. Sólo el 0,3 % de la población de nuestro país —menos de 143 000 personas— vive en algún municipio sin bares o locales hosteleros de proximidad.
Es una de las principales conclusiones que se extraen de un reciente estudio, La dimensión social de la hostelería. Implantación de la hostelería en el territorio nacional: la España llena de bares, realizado por la Asociación Estatal de Directoras y Gerentes en Servicios Sociales, con la colaboración de Hostelería de España, que ha analizado el impacto que los establecimientos hosteleros de proximidad tienen en el desarrollo de la vida personal y comunitaria, así como las funciones que cumplen en el logro de sociedades más igualitarias e inclusivas.
La hostelería de proximidad en la vida personal y comunitaria
Entre las principales conclusiones que recoge el estudio destacan:
- Los establecimientos hosteleros de proximidad, en barrios y pueblos, son espacios de referencia para el encuentro vecinal, laboral o relacional. El 85 % de las personas usuarias de la hostelería tienen uno o más establecimientos habituales, que son algo más que ‘servicios’ y que forman parte de su vida cotidiana. Esto cambia según el tamaño de la población. La mayor fidelidad se produce en poblaciones medias, entre 20 000 y 50 000 habitantes.
- Los bares más tradicionales —bar de tapas, bar-terraza, cafeterías y bares restaurantes— son los que más favorecen la relación de proximidad por vecindad o trabajo.
- El 45,5 % de los hosteleros y 53,85 % de los expertos de lo social coinciden en que mayoritariamente las personas acuden acompañadas a los locales de hostelería, lo que pone de manifiesto el carácter relacional del uso de estos establecimientos.
- Tener uno o varios establecimientos de referencia se asocia a una mayor satisfacción vital y a una mayor confianza vecinal.
En cuanto a las funciones sociales concretas de los bares, el informe destaca:
- Favorecen las relaciones sociales directas, comunicación, pertenencia y encuentro. Su función más valorada es ser punto de encuentro entre vecinos y amistades, seguido de lugares para ver eventos deportivos y destaca la reciente visión de espacios informales para trabajar o estudiar. Las nuevas tecnologías y en especial las RRSS no afectan al papel de los bares como espacios de relación personal directa.
- Evitan el aislamiento y la soledad. Los bares tradicionales y de barrio alcanzan una puntuación muy alta en la percepción como lugares para prevenir el aislamiento y la soledad. Para los expertos de lo social, son espacios ideales para que las personas solitarias tengan oportunidades de relación y convivencia vecinal.
- Aportan seguridad al entorno. La sensación de seguridad que ofrece la hostelería de proximidad contribuye a que los barrios y pueblos sean más seguros. Existen experiencias en las que los bares forman parte de itinerarios seguros para personas mayores, niños y niñas.
- Proporcionan servicios personales. Los establecimientos de hostelería se conciben como proveedores de servicios personales, especialmente en quienes no quieren usar servicios institucionalizados y quieren sentirse más autónomos, por lo que acuden a la hostelería para comer o encargar para casa.
- Favorecen la cohesión social y la integración. La hostelería de proximidad teje a diario puentes hacia la inclusión social. Crea una micro sociedad con clientes de todas las características. En estos establecimientos se diluye el componente de clase y se trata de una actividad que favorece la inserción sociolaboral y ofrece oportunidades para el empleo o la actividad empresarial.
Y, finalmente, el estudio aporta un análisis pormenorizado desde el punto de vista geográfico:
- En España sólo el 0,3 % de la población (142 781 personas) vive en algún municipio sin bares o establecimientos hosteleros de proximidad.
- De los 8131 municipios que hay en España, el 17,7 % carecen de hostelería (1.435), con un tamaño medio inferior a 100 habitantes. No se ha identificado ningún municipio mayor de 500 habitantes sin bares o establecimientos hosteleros de proximidad.
- Castilla y León concentra casi la mitad de la población que vive en municipios sin bares (70.441 habitantes), donde el 3% de la población de la comunidad vive sin ningún local de hostelería de proximidad en su municipio. En el otro extremo hay cinco CCAA en los que todos sus municipios cuentan con estos servicios: Baleares, Canarias, Galicia, Madrid y Murcia.
- 35 de las 50 provincias tienen algún municipio sin bares de proximidad, destacando Burgos, Salamanca y Zamora. Hay otras ocho provincias que superan los 5.000 habitantes en municipios sin bares: Navarra, Lleida, Huesca, Valladolid, Palencia y León.
- La carencia de bares en una localidad limita las oportunidades de desarrollo personal y cohesión social. Los bares son los últimos reductos contra la despoblación, por ser un servicio nucleador de la vida colectiva. En este punto el informe señala la importancia de iniciativas que permiten mantener abiertos estos establecimientos en municipios con escaso número de habitantes, como son los centros multiservicios, especialmente presentes en provincias como Teruel o Soria.
