Los decanos de los colegios de ingenieros agrónomos de toda España, reunidos este pasado viernes en Valencia, constataron a lo largo del encuentro que, aunque tímidamente, las inversiones, y por tanto la actividad, están regresando al sector agroalimentario español.
La Junta General de representantes de colegios de ingenieros agrónomos de toda España se reunió el pasado viernes en Valencia. Una cita de carácter bienal que se celebra alternativamente en diferentes ciudades españolas y que tiene como objetivo intercambiar opiniones sobre diferentes aspectos de la actividad de estos profesionales, así como analizar la relación de la ingeniería agronómica con la sociedad.
Una de las principales conclusiones que arrojó la jornada es la confirmación de que durante 2015 las inversiones han regresado al sector agroalimentario, aunque tímidamente. El mejor termómetro para confirmar este repunte es la actividad de los ingenieros agrónomos, que son los profesionales encargados de redactar los proyectos de plantas de producción, almacenes, explotaciones agrícolas y las infraestructuras sobre las que descansa la cadena alimenticia. Así, la actividad profesional de este colectivo crece ligeramente desde el primer trimestre de 2015 en comparación con cifras de años anteriores.
Para los ingenieros agrónomos es fundamental consolidar esta tendencia, ya que consideran la inversión en la creación y mejora de instalaciones una garantía para el mantenimiento de la competitividad frente a países emergentes que están produciendo en cantidad y calidad, lo que les permite llegar a mercados a los que antes no llegaban, y con ello convertirse en nuevos competidores.
Oportunidad para los jóvenes ingenieros
El incremento de inversiones en instalaciones ha propiciado la creación de nuevos puestos de trabajo, que está dando acceso al mercado laboral de los recién titulados. Facilitar la consecución del primer empleo a los jóvenes ingenieros agrónomos es una de las prioridades de la Junta de Decanos
Miembros de la Junta califican de “modélicos” a los empresarios del sector agroalimentario, ya que están incorporando ingenieros con el objetivo de mejorar tanto la productividad de sus empresas como la seguridad alimentaria mediante la implantación de los más estrictos estándares de calidad internacionales. Este hecho ha propiciado que por primera vez desde el inicio de la crisis el número de colegiados haya dejado de disminuir para volver a crecer.
Normas éticas
Los ingenieros agrónomos debatieron la modificación de su código deontológico con el objetivo de mejorar las herramientas que tienen a su disposición para ser más eficaces en la sanción de prácticas contrarias a la ética profesional. Así, se reforzarán los mecanismos para sancionar a los ingenieros agrónomos que desarrollen comportamientos censurables desde el punto de vista de la ética profesional.
Otro de los objetivos de la junta del viernes era la confluencia europea. Para ello se analizó la actuación de otros países en materia agroalimentaria y se fijaron las bases para conseguir en el menor espacio de tiempo posible la confluencia con el resto de los países de la Unión Europea y también con los países más desarrollados de otros continentes.
