“Productores y consumidores merecemos un etiquetado claro para que no haya dudas”. Así se ha manifestado la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos, UPA, que en un reciente comunicado pide al Ministerio la aprobación de una norma que obligue a reflejar claramente el país de origen de la miel en sus etiquetas, denunciando la competencia desleal de la miel china y la desprotección de los consumidores.
En su comunicado, la organización agraria UPA critica la regulación actual del etiquetado de miel y pide al Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente una transposición de la Directiva europea de la Miel que proteja a los apicultores españoles.
Actualmente se usan los términos ‘mezcla de mieles de la UE’, ‘mezcla de mieles no procedentes de la UE’ y ‘mezcla de mieles procedentes de la UE y no procedentes de la UE’. “El etiquetado actual es confuso y ni protege la producción nacional ni pone en valor el trabajo de los apicultores”, explican desde UPA.
Los productores de miel demandan que las etiquetas de los envases indiquen claramente el país o los países de origen con sus porcentajes respectivos de la miel comercializada. Estas etiquetas, que ya aplica algún país en la UE, garantizarían el derecho de los consumidores a una elección libre y transparente en sus compras y en beneficio de la producción nacional. UPA pide asimismo sanciones para las empresas “que no cumpliesen la normativa que reclamamos”.
Crece la miel china
Según datos del Ministerio las importaciones de miel china han crecido de 2.000 toneladas en 2005 hasta casi 15.000 el año pasado. China es, con diferencia, el principal importador de miel del mercado español. Sus envíos a España representaron el año pasado el 66,7% de las importaciones totales, que fueron de 22.096 toneladas, con unos estándares de calidad y de sanidad no tan exigentes como los de la Unión Europea y que pueden ocasionar situaciones de competencia desleal a los apicultores españoles.
La apicultura española es la más importante de la Unión Europea, con más de 34.500 toneladas producidas –un 17,6% del total de la UE-. En España hay casi 5.000 apicultores profesionales de un total de 25.000. España cuenta con más de 2,5 millones de colmenas, que desempeñan una importante labor medioambiental en el mantenimiento de la biodiversidad y equilibrio ecológico gracias a la polinización que realizan las abejas en el medio natural.
Los apicultores han lamentado que las importaciones chinas son “la gota que colma el vaso” tras una serie de problemas como el despoblamiento de las colmenas, enfermedades como la varroa, la meteorología adversa o la presión de los abejarucos sobre las poblaciones de abejas.
Según UPA peligra la continuidad de muchos productores, ahogados por el aumento de los costes de producción y una baja rentabilidad.