El próximo sábado 24 de agosto, la localidad burgalesa de Sinovas acogerá una nueva edición del Certamen de Pacharán Casero de la Ribera del Duero, un encuentro entre aficionados a la elaboración de este licor obtenido con el fruto del endrino, que ya se ha convertido en una cita tradicional veraniega.
El concurso, que va ya por su sexta edición, se llevará a cabo a partir de las 19:00 del próximo sábado, día 24, coincidiendo además con la tradicional programación de fiestas que celebra la pedanía burgalesa en honor a San Bartolomé y que cada año cuenta con una mayor entidad.
La participación de esta edición 2019 se mantiene más o menos estable, en torno a los quince pacharanes. Para los interesados en participar, el plazo para presentar la botella de pacharán casero se ha fijado para el próximo viernes día 23 entre las 20:30 y las 21 horas en el centro cívico de Sinovas.
Pacharán casero
“El año pasado fue excepcional para la recolección de endrinas, como no había sucedido en varios años atrás tanto en número como por la calidad, por lo que potencialmente puede ser un buen año de participación”, comenta Miguel Ángel González, presidente del comité organizador, que el pasado año explicaba que “al igual que ocurre con la vid y el vino, hay buenas y malas añadas. Las buenas se producen cuando ha habido unas buenas condiciones para la fructificación, y cuando no ocurre así nos encontramos con una reducida cantidad de arbustos con frutos, bien porque ha llovido durante la floración o porque han sufrido heladas. También cada año hay muchas plantas que no dan fruto por no haber alcanzado aún su madurez sexual, por estar cumpliendo su año vecero o por no haber sido adecuadamente polinizadas, entre otras causas. Esta última circunstancia es uno de los temas que causan mayor preocupación para todos los cultivos, por la desaparición de las abejas y otros insectos polinizadores”.
La elaboración del pacharán casero en la Ribera del Duero, al igual que en muchas otras partes de la provincia de Burgos, se lleva a cabo de forma artesanal, para autoconsumo, recolectando las drupas de los arbustos silvestres, a pesar de que existen desde hace años algunos endrinicultores aficionados que cultivan sus propios endrinos para elaborar su licor.
