Para las marcas de alimentación británicas, la publicidad exterior se está convirtiendo en un medio muy interesante, una especie de reto ‘marketiniano’ y creativo para ver quien ofrece más al potencial consumidor que pasea despreocupadamente por las calles. Según informa la publicación especializada creativity-online.com, primero fue la poderosa multinacional estadounidense McCain, quien comenzó el juego […]

Para las marcas de alimentación británicas, la publicidad exterior se está convirtiendo en un medio muy interesante, una especie de reto ‘marketiniano’ y creativo para ver quien ofrece más al potencial consumidor que pasea despreocupadamente por las calles.

Según informa la publicación especializada creativity-online.com, primero fue la poderosa multinacional estadounidense McCain, quien comenzó el juego con unos carteles que emitían un irresistible olor a patatas fritas recién hechas. Y ahora es la marca de repostería británica Mr Kipling la que da un paso más allá, regalando unos pastelitos que ‘salen’ directamente de las marquesinas publicitarias instaladas en determinadas paradas de autobuses.

 

Hasta 500 pastelitos diarios

La novedad de la campaña, ideada por la agencia de creatividad londinense 101 y puesta en marcha por la central de medios Starcom en un circuito de mobiliario urbano del exclusivista JCDecaux, consiste en la adecuación a las marquesinas clásicas de un sistema especial que permite suministrar hasta 500 pastelitos diarios, uno por minuto, con tan solo tocar un botón.

Por si fuera poco, una de las paradas, situada en la céntrica y transitada Tottenham Court Road, emitirá también el aroma del pastel a través de un dispositivo en forma de spray que expandirá el olor entre quienes se encuentren esperando el bus.