La esposa del presidente de EE.UU. Michelle Obama se encuentra de gira por cuatro estados del país – Arkansas, Florida, Iowa y Texas- con motivo del segundo aniversario de su campaña contra la obesidad infantil. En las tres últimas décadas, las cifras relativas a la obesidad infantil en Estados Unidos se han triplicado y hoy, […]

La esposa del presidente de EE.UU. Michelle Obama se encuentra de gira por cuatro estados del país – Arkansas, Florida, Iowa y Texas- con motivo del segundo aniversario de su campaña contra la obesidad infantil.

En las tres últimas décadas, las cifras relativas a la obesidad infantil en Estados Unidos se han triplicado y hoy, casi uno de cada tres niños americanos tiene exceso de peso o es obeso. Los números son aún más altos en comunidades afro americanas e hispanas, donde casi el 40 % de los niños sufre este problema.

En su presentación en febrero de 2010 de la campaña Let’s move, Michelle Obama declaraba: “La salud física y emocional de una generación entera, así como la salud económica y la seguridad de nuestra nación está en juego”, añadiendo que si no se solucionaba este problema, un tercio de todos los niños nacidos a partir del año 2000 sufrirán de diabetes en algún momento de sus vidas, mientras muchos otros deberán afrontar problemas de salud relacionados con la obesidad crónica, como enfermedades cardíacas, hipertensión, cáncer o asma, entre otras.

Desde participar en Top Chef, hasta bailar en una escuela

Entre las múltiples actividades desarrolladas en los últimos días, la primera dama estadounidense participó en una competición amistosa con estrellas del programa de televisión «Top Chef», que cumple ya su novena temporada con gran éxito de audiencia.

Además, Michelle Obama ha realizado todo tipo de apariciones públicas, como bailar  animadamente con niños en una escuela, servir una pizza a Jay Leno, presentador y humorista TV, hacer flexiones con la también televisiva Ellen DeGeneres o jugar a tirar de la cuerda con Jimmy Fallon en la Casa Blanca.

Todo es válido para promocionar su segundo año de la campaña de salud infantil denominada ‘Let’s Move’ (a moverse), que además coincide con el decisivo año electoral de su esposo, el presidente Barack Obama.