Los olivares tradicionales son mejores para la biodiversidad, pero menos rentables, mientras que los olivares intensivos son más rentables, pero crean monocultivos masivos.

Es una de las principales conclusiones de un estudio realizado por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) y recogido por la publicación especializada estadounidense Olive Oil Times en un artículo firmado por Germana Foscale, en el que se examinaron los perfiles de sostenibilidad de diferentes tipos de olivares, comparándolos con otros cultivos de semillas oleaginosas.

Olivares tradicionales y olivares intensivos

Algunas de las conclusiones más destacadas de este informe son:

  • Los olivares tradicionales pueden tener una mayor biodiversidad, pero normalmente se obtienen rendimientos menores. Además, se encontró una riqueza de especies vegetales un 40 % mayor en entornos orgánicos en comparación con los sistemas convencionales.
  • Como desventaja del cultivo intensivo del olivo —de alta densidad— el estudio destaca que tiene un impacto negativo más significativo sobre las especies de aves invernantes, cuya riqueza ha disminuido significativamente en los huertos superintensivos (de superalta densidad).
  • Como desventajas del olivo perenne, subraya el crecimiento inicial más lento — con un tiempo medio hasta la producción inicial de entre tres y cinco años— y su alta susceptibilidad a plagas y enfermedades en comparación con los cultivos anuales. Aún así, con una larga vida útil (500 años de media), los olivos pueden tolerar la sequía y los suelos pobres.
  • Respecto a las necesidades hídricas, entre los cultivos oleaginosos considerados el olivar es el que presenta una mayor huella hídrica, con una cantidad anual de 14 500 metros cúbicos de agua necesaria para producir una tonelada de aceite. Le siguen la linaza, con 9400 metros cúbicos, el cacahuete, con 7500 metros cúbicos, y el girasol con 6800 metros cúbicos anuales. Los olivares son tradicionalmente plantados sin riego y con árboles muy espaciados (80 a 120 por hectárea), como suele ocurrir en la región mediterránea. Gracias a sus profundos sistemas radiculares, los olivos son muy tolerantes a la sequía, pero muy sensibles a la cantidad de lluvias que reciben durante el invierno.
Resumen
Ventajas y desventajas de los olivares tradicionales frente a los intensivos
Título
Ventajas y desventajas de los olivares tradicionales frente a los intensivos
Descripción
Los olivares tradicionales son mejores para la biodiversidad, pero menos rentables, mientras que los olivares intensivos son más rentables, pero crean monocultivos masivos.
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