El pasado fin de semana se celebró el VIII Congreso Internacional del Medio Ambiente en la localidad de Brunete en Madrid, donde se reunieron especialistas de todo el mundo en pediatría, epidemiología, bioquímica, neurología o ginecología entre otros campos, para hablar de las enfermedades asociadas a la contaminación medioambiental.

Una cita de expertos en la que se compartieron los logros obtenidos hasta el momento y se pusieron de manifiesto los impedimentos que se encuentran a diario los afectados diversas enfermedades provocadas o agravadas por la contaminación ambiental —electromagnética, la del aire, la de los alimentos y el exceso de tóxicos que nos rodean (pesticidas, aditivos, cosméticos, productos de limpieza, suavizantes, radiaciones de electrodomésticos…)— y que para algunas personas son tremendamente perjudiciales.

Tras el congreso se realizó la Declaración de Brunete, un escrito para mejorar la calidad de vida de estos enfermos y reclamar información y formación a todos los niveles y un mejor control de las sustancias de riesgo para la población. El texto íntegro de esta declaración es el siguiente:

Declaración de Brunete sobre la Medicina Ambiental

La Medicina Ambiental es considerada hoy en día como el último paradigma de la medicina. Actualmente las enfermedades de origen ambiental ven incrementada su incidencia y ya cobra más peso el carácter ambiental que el genético en el desarrollo de patologías tan importantes como el cáncer, el autismo o las alergias.

Los especialistas de la Medicina Ambiental luchamos desde hace años por un reconocimiento de los métodos de esta disciplina que nos permita mejorar la situación de los enfermos, muchos de ellos incapacitados para llevar una vida normal y que podrían experimentar una considerable mejora empezando por la simple evitación de agentes nocivos en su entorno habitual y con la ayuda de un tratamiento adecuado.

Los productos químicos habituales en nuestro entorno, entre los que se encuentran conservantes, colorantes, retardadores de llama, biocidas y una larga lista, así como los campos de radiofrecuencia y frecuencias inferiores, han demostrado desencadenar o agravar patologías de tipo endocrino, reproductivo, respiratorio, neurológico… cuya incidencia ha crecido de forma sostenida y, en algunos casos, exponencial en la última década.

Por este motivo, los especialistas de la Medicina Ambiental reunidos en Brunete (Madrid – España) con motivo del VIII Congreso Internacional de Medicina Ambiental, realizamos la siguiente declaración:

  1. La Medicina Ambiental es una disciplina transversal en el ámbito de la salud y el medio ambiente que debe ser tratada como tal por parte de los responsables de la educación y la sanidad en cualquier lugar del mundo.
  2. La salud ambiental debe integrarse en los programas educativos a todos los niveles: desde la educación primaria a la universitaria y de postgrado, con el fin de incrementar el conocimiento general de esta disciplina y de promover una nueva cultura en la que salud y entorno estén íntimamente ligados.
  3. Debe facilitarse formación continuada a los profesionales de la salud en el ámbito hospitalario y extrahospitalario con el fin de que conozcan las distintas técnicas y los protocolos necesarios para atender a los enfermos ambientales en los ámbitos laboral y extralaboral.
  4. Enfermedades de claro origen ambiental como la Sensibilidad Química Múltiple y la Electrohipersensibilidad deben ser incluidas en la Clasificación Internacional de Enfermedades de la Organización Mundial de la Salud con un código propio como enfermedades orgánicas con el fin de facilitar su diagnóstico y tratamiento por parte de los sistemas nacionales de salud.
  5. Debe garantizarse el acceso de las personas que sufren enfermedades ambientales a los tratamientos que proporciona la medicina ambiental desde hace varias décadas, y que abaratarían enormemente el coste sanitario que actualmente emplean los estados en paliar los síntomas sin acudir al origen de la enfermedad. También debe ofrecerse el adecuado tratamiento ambiental desde el punto de vista de los derechos de la discapacidad que muestran estos enfermos, facilitando así su vida en lugares de estudio y trabajo.
  6. Las autoridades pertinentes deben promover el diseño de protocolos varios para atender a enfermos ambientales en el caso de atención de urgencias, intervenciones quirúrgicas o ingresos hospitalarios de distinta índole.
  7. Se debe considerar la odontología y otras especialidades quirúrgicas relacionadas con implantología como especialidades de vital importancia en la Medicina Ambiental, dada su relevancia en relación con la exposición a productos tóxicos y los protocolos específicos a aplicar en el caso de enfermedad ambiental.
  8. Se debe facilitar en todos los países la adquisición de medicamentos sin aditivos que pueden dañar especialmente a este tipo de pacientes, evitando los aranceles existentes que gravan los precios incluso dentro del mercados comunes como la Unión Europea.
  9. Se exige actuar de forma decisiva en centros educativos, centros sanitarios y lugares públicos en general, reduciendo al mínimo posible la exposición a agentes físicos (especialmente campos electromagnéticos), químicos y biológicos, cuyas consecuencias para la salud ya han sido probadas.
  10. Se urge a la Organización Mundial de la Salud y a los gobiernos nacionales a adoptar las medidas necesarias para vigilar estrechamente productos de consumo habitual como alimentos, cosméticos, textiles, teléfonos móviles, etc., que pueden suponer un riesgo para la población general y, en concreto, para personas que sufren enfermedades ambientales.
Resumen
Consecuencias de la contaminación ambiental sobre la salud
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Consecuencias de la contaminación ambiental sobre la salud
Descripción
El pasado fin de semana se celebró el VIII Congreso Internacional del Medio Ambiente en la localidad de Brunete en Madrid, donde se reunieron especialistas en contaminación ambiental de todo el mundo.
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