El solsticio de verano ha sido reconocido y celebrado por muchas culturas a lo largo de todo el mundo desde tiempos ancestrales. Para los druidas —miembros de la clase sacerdotal en la Gran Bretaña, Irlanda y la Galia durante la Edad de Hierro— la llegada del solsticio de verano o Litha, como denominaban a esta festividad, era una época mágica.
Además de celebrar el día más largo del año veneraban al dios del sol, Frey, en su momento de máximo poder. Con esta fiesta solar, la más antigua de la cultura celta, comenzaba la recogida de la cosecha del cereal que conmemoraban cocinando un pan al fuego, cuyo grano llevaba impregnado toda la fuerza del sol, y con el que después comulgaban.
La víspera del solsticio, los druidas encendían fuegos circulares en lugares sagrados que mantenían vivos toda la noche mientras esperaban el descenso del sol. Este solsticio marca el momento más álgido del verano y el sol alcanza su estado más poderoso, es un tiempo de fortaleza y madurez, una época de fertilidad y abundancia. El triunfo de la luz sobre la oscuridad.
Siguiendo esta ancestral costumbre la marca de vodka Druide Mystical ha querido celebrar el verano compartiendo la receta de su cóctel Frey —como el venerado dios del sol— el cóctel de los druidas, una mezcla elaborada a partir de esta bebida y acompañada por ingredientes tan mágicos como licor de flor de sauco, zumo de Yozu y vino espumoso seco, que le otorga el color dorado que le vincula especialmente con el sol.
Ingredientes
- 6 cl de Vodka Druide
- 2 cl de Cordial de flor de Sauco
- 1 cl de zumo de Yozu
- Vino espumoso seco
Elaboración
Se prepara en un vaso mezclador y se sirve en copa de flauta, terminando de llenar con el Vino espumoso. Se decora con polvo de oro en el ribete de la copa y en suspensión.





