Mezclar todos los ingredientes de cualquier manera, no preocuparnos de las proporciones, usar el anticuado vaso de tubo, saturar la bebida con zumos de cítricos, utilizar hielos caseros… son los principales errores que cometemos a la hora de preparar lo que debería ser un delicioso Gin Tonic y que, por culpa de alguna de estas circunstancias, muchas veces no llega a serlo.
Y es que, con motivo de la celebración del Día Internacional del Gin, el próximo sábado 9 de junio, la destilería británica Chase ha querido señalar los errores más comunes a la hora de preparar este popular combinado.
Errores al preparar un Gin Tonic
El orden de los ingredientes sí altera el producto. Raras veces nos paramos a pensar en el proceso que hay que seguir para elaborar un Gin Tonic sino que, por el contrario, mezclamos todos los ingredientes de cualquier manera, removemos y añadimos un cítrico, lo que realmente demuestra que andamos bastante desencaminados. Siempre se ha de añadir primero la ginebra —de lo contrario no se mezcla bien y no conseguimos el equilibrio en el sabor— después es recomendable añadir la tónica con una cuchara trenzada —que permite que ésta conserve sus burbujas— y, por último, el cítrico.
Cuidado con las proporciones. Es cierto que las proporciones dependen de las preferencias de cada uno, pero para hacerlo bien conviene hacer caso a los expertos: 5 cl de una ginebra de calidad por cada 20 cl de tónica —una cuarta parte de ginebra— es la proporción ideal para que este combinado esté equilibrado.
El vaso de tubo, prohibidísimo. En la mayoría de los casos ya se ha conseguido evitar los gin tonics servidos en vasos de tubo, aunque todavía siguen existiendo establecimientos en los que, por costumbre, se siguen sirviendo así. Y es que, con el vaso de tubo, además de que la bebida coge temperatura más rápido, el formato no permite disfrutar de los aromas. Lo ideal es utilizar una copa de balón, que además tiene más capacidad, enfriándola antes de su uso.
Menos zumos, más sabor. Para darle un aroma cítrico a la copa no se ha de utilizar zumo de cítrico, sino que se recomienda utilizar únicamente la corteza o la piel de la fruta. Porque cuando añadimos el zumo, el gas de la tónica desaparece y se pierde el sabor y la esencia del conjunto.
En el caso del hielo, el casero no es el mejor. No se recomienda el uso de hielos caseros, deben ser cubitos de hielo industrial, ya que, debido a la temperatura que alcanzan las respectivas maquinarias, los hielos caseros se derriten antes, con lo que, además de no enfriar la copa igual que los industriales, licúan la combinación demasiado pronto. Por otro lado, los hielos fabricados en casa tienen tendencia a absorber los diferentes aromas del congelador y degradan el sabor de la bebida.
