La pasta es uno de los productos preferidos en todo el mundo. Aunque se trata de uno de los alimentos más ancestrales y se desconoce su origen, probablemente ligado al propio desarrollo de la agricultura —se trata simplemente de mezclar un cereal con agua—, es un producto que puede encontrarse en las cocinas populares de muchos países y culturas.
Cuenta la leyenda que fue Marco Polo quien trajo la pasta a Europa desde China, en uno de sus viajes, aunque algunas referencias históricas aseguran que ya con anterioridad se elaboraban en la ciudad italiana de Pisa los vermicelli, muy similares a los spaghetti, aunque algo más finos.
Aunque la pasta ha sido asumida en los recetarios tradicionales de muchos países, Italia sigue siendo el país donde más se consume y el mayor productor del mundo, con empresas como Barilla, fundada en 1877 por Pietro Barilla, y que actualmente elabora productos que dan lugar a platos tan apetitosos como estos Farfalle con puerros y calabacín.
Farfalle con puerro, calabacín y tomatitos cherry
INGREDIENTES
Para 4 personas
- 350 g de farfalle
- 250 g de calabacín
- 200 g de puerros
- 20 g de queso manchego
- 10 g de mantequilla
- 1 dl de nata líquida
- 8 tomatitos cherry
- 1 diente de ajo
- 4 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
- Orégano
- Vino blanco seco
- Sal y pimienta
ELABORACIÓN
Con la ayuda de un cuchillo afilado quitamos la piel de los calabacines y la cortamos en juliana fina, y la parte central la hacemos en dados pequeños. Cortamos la mitad del puerro en juliana y la otra mitad en trocitos pequeños.
En una sartén grande y baja con tres cucharadas de aceite sofreímos ligeramente el diente de ajo aplastado, añadimos el calabacín y puerro que habíamos cortado en juliana, salpimentamos, removemos, agregamos dos cucharadas de agua y cocemos durante un par de minutos a fuego vivo.
Escaldamos en agua hirviendo los tomates cherry, los pelamos, eliminamos las semillas, los cortamos córtelos en gajos y los salteamos aparte ligeramente con una cucharada de aceite y una pizca de sal y orégano.
En otra sartén con la mantequilla los calabacines y el puerro cortados en dados pequeños, los rociamos con el vino blanco, salamos y añadimos la nata líquida. Cuando los trocitos estén cocidos, los pasamos por una batidora para obtener una crema homogénea, a la que añadimos las verduras en juliana salteadas previamente y los tomates.
Finalmente, cocemos la pasta en abundante agua salada siguiendo las indicaciones del etiquetado para queden al dente, y cuando estén los condimentamos con la salsa y espesamos en la sartén añadiendo el queso manchego a virutas. Servimos inmediatamente.
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