Los datos provisionales, proporcionados por los países miembros y no miembros, y analizados por el Consejo Oleícola Internacional (COI) prevén un aumento del 28 % en la producción de aceite de oliva este año en comparación con las cifras correspondientes al año anterior.
Estos mismos datos, ofrecidos por la publicación especializada Olive Oil Times, indican que la producción mundial alcanzará las 3.315.000 toneladas para la actual cosecha 2017/18, lo que supondría un aumento de 723.500 toneladas en comparación con la campaña pasada.
Por países, el mayor aumento lo experimentó Túnez, con una producción de 280.000 toneladas, lo que significa un aumento del 180 % en comparación con el año anterior. Italia también tuvo una temporada fuerte, produciendo 428.900 toneladas, un aumento del 135 %.
Portugal, Argentina y Grecia también experimentaron grandes aumentos, produciendo, respectivamente, un 94 un 81 y un 77 por ciento más que el pasado año. Por su parte, tanto, Turquía como Marruecos disfrutaron de aumentos más moderados, produciendo un 48 % más en el primer caso y un 27 % más en el segundo. En general, la Unión Europea (UE) aumentó la producción de aceite de oliva en un 25 % en comparación con el año pasado.
En España baja la producción
Las notables excepciones a los aumentos de producción se produjeron en Argelia y España, que experimentaron disminuciones de aproximadamente un 31 % en el caso de Argelia y un 2,7 % en el de España, país éste último que, sin embargo, sigue siendo el mayor productor mundial con un total de 1.256.200 toneladas, cantidad que representa, aproximadamente, el 38 % del global mundial.
Producción y consumo de aceite de oliva
Pero no solo la producción mundial de aceite de oliva ha subido. Según el Consejo Oleícola Internacional (COI), el consumo de este producto también aumentó un 9 % en la temporada de cosecha 2017/18, alcanzando 2.958.000 toneladas.
Junto con el consumo, las importaciones también aumentaron en siete de ocho de los mercados de referencia del COI. Estos mercados se caracterizan generalmente como países que consumen más aceite de oliva del que producen, a excepción de la Unión Europea.
