Bélgica cuenta dentro de su patrimonio cultural con una arraigada tradición cervecera que se remonta a varis siglos atrás. Pero, además, en los últimos años, la producción artesanal ha también ha aumentado y se ha convertido en toda una experiencia.
Y para celebrar esta tradición, la capital belga, Bruselas, acoge del 1 al 3 de septiembre el Belgian Beer Weekend, o, lo que es lo mismo, el fin de semana de la cerveza, una cita en la que durante tres días la emblemática Grand Place de Bruselas se convierte en una barra de bar gigante, donde más de cincuenta cervecerías ofreciendo más de quinientas cervezas diferentes, con una amplia gama de sabores y creadas a partir de procesos de fermentación muy variados.
Además de los diferentes puestos de cerveza hay prevista también una programación adicional de actividades, con desfiles de cerveceros, desfiles de cofradías cerveceras o música en directo, entre otras, que generan el ambiente más original y auténtico.
El Belgian Beer Weekend se celebró por primera vez en 1998, con el objetivo de resaltar el patrimonio excepcional de la cerveza belga, y hoy en día es ya un inmenso orgullo para todos los habitantes del país y la mejor forma de descubrir la arraigada tradición.
La cultura cervecera belga, Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad
La combinación de una tradición cervecera que se remonta a siglos atrás y la pasión mostrada por los cerveceros de hoy ha convertido a Bélgica en la cuna de cervezas excepcionales. La cerveza siempre ha sido un elemento vital de la historia, la gastronomía y la vida social de Bélgica, hasta el punto de que en 2016 la cultura cervecera belga se incorporó a la lista de Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la UNESCO.
Una tradición cervecera que se remonta a la Edad Media y que en la actualidad muchos de sus mejores cerveceros siguen utilizando las mismas recetas y métodos de elaboración que se han venido transmitiendo de una generación a otra. Westmalle, Duvel, Rodenbach, Rochefort, Delirium Tremens, Hoegaarden, La Chouffe, Orval, Karmeliet, Chimay, Boon, Westvleteren son tan solo algunas de las marcas de renombre mundial que se han convertido en nombres familiares a nivel internacional.
