La levadura de panadería es el ingrediente clave que proporciona volumen, esponjosidad y un sabor incomparable. Fresca en daditos, líquida, seca activa o instantánea… se trata de un producto vivo y activo, un hongo microscópico que hace que la masa fermente y desarrolle aromas.
Solo la levadura de panadería permite obtener productos de panificación: panes, bollería, masas para pizza… En definitiva, elaboraciones tan sabrosas como estos Soles de miel y coco, una receta ofrecida por Levital.
Soles de miel y coco
INGREDIENTES
- 667 g de harina (T 55)
- 33 g de azúcar
- 8 g de sal
- 407 ml de leche tibia
- 67 g de miel líquida
- 45 g de levadura fresca (o 15 g de levadura seca)
- 67 g de mantequilla
- 167 g de coco en polvo
ELABORACIÓN
- En un recipiente, mezcla la harina, el azúcar y la sal.
- Añade a la mezcla la leche tibia, la miel y la levadura.
- Mezcla con una espátula durante 2 minutos y luego añade la mantequilla en dados y 75 g de coco en polvo.
- Mezcla y amasa de nuevo hasta obtener una masa homogénea.
- Forma una bola con la masa obtenida.
- Cubre con un paño húmedo y deja reposar 45 minutos en un lugar templado.
- A continuación, divide la bola en 12 bolitas iguales. Aplástalas con un rodillo y colócalas sobre la bandeja de horno dejando al menos 5 cm entre cada una. Realiza incisiones con un cuchillo para formar los rayos del sol.
- Deja reposar bajo el paño hasta que dupliquen su volumen (aprox. 1 hora).
- Con un pincel, unta los soles de huevo batido y espolvorea los 50 g de coco restantes en el centro. Incorpora en el horno precalentado a 180-190 °C y hornea de 12 a 14 minutos.
Un poco de historia
Sin levadura, no hay pan. La levadura es el elemento imprescindible de la panificación. De hecho, si sólo mezclásemos harina y agua obtendríamos una torta sin sabor… En el siglo V antes de C., los egipcios descubrieron, por casualidad, los principios de la fermentación. A raíz de olvidar cocer una masa de pan que se había quedado varias horas en un rincón, se dieron cuenta de que la mezcla se había inflado y adquirido volumen… Esta fermentación estuvo favorecida por los microorganismos naturalmente presentes en la harina y en el medio ambiente.
El descubrimiento de la fermentación sólo se produjo siglos más tarde, gracias a los trabajos científicos de Pasteur en 1857, que revolucionaron infinidad de ámbitos: la panadería, la farmacia, la fabricación de alcohol como el vino o la cerveza… al demostrar que la fermentación está engendrada por organismos vivos. Afirmó que los agentes responsables eran las levaduras. Resolviendo el misterio, Pasteur demostró que la célula de la levadura puede vivir con o sin oxígeno. Asimismo, gracias a Pasteur, se descubriría que la levadura contribuye con la formación de los aromas y los sabores del pan.





