Las croquetas de Marisa Sánchez (Hotel Echaurren, Ezcaray, La Rioja, y Premio Nacional de Gastronomía) fallecida el pasado año, han sido durante muchos años, y siguen estando consideradas, como unas de las mejores del mundo.
Y ahora, Francis Paniego y toda la familia del Echaurren han organizado la primera edición del Concurso Popular de Croquetas Marisa Sánchez, un certamen dirigido exclusivamente a no profesionales de la hostelería que se celebrará el domingo 25 de agosto en la localidad riojana de Ezcaray, dentro de Mama Festival Gastronómico.
El día del concurso, los participante deberán entregar a la organización, a primera hora, un total de veinticuatro croquetas sin freír. Desde ese momento, se hará cargo de ellas el equipo de cocina del Echaurren, que será también el encargado de freírlas y servirlas al jurado del certamen, que estará compuesto por miembros de la prensa especializada y cocineros de Andalucía y La Rioja presentes en el festival. Las personas interesadas en participar pueden hacerlo inscribiéndose en esta dirección.
Esta primera edición del Concurso Popular de Croquetas Marisa Sánchez está dotado con un premio único de 500 euros, más un diploma acreditativo y un de semana para dos personas en el Hotel Echaurren Relais & Châteaux —con comida y cena en Echaurren Tradición y El Portal de Echaurren (dos estrellas Michelin) —, además de la posibilidad de unirse al equipo de cocina para aprender in situ todos los secretos de las famosas croquetas de Marisa.
El veredicto que descubrirá al ganador de esta primera edición del certamen se dará a conocer alrededor del mediodía del mismo el domingo 25 de agosto, y el premio lo entregará el cocinero Lorenzo Cañas (Restaurante La Merced, Logroño), que también será el encargado de la clausura del festival.
Alma de la cocina riojana
Cuarta generación de la familia Echaurren, e impulsora del proyecto del hotel y restaurante de Ezcaray, Marisa Sánchez representa la esencia, la tradición y el alma de la cocina riojana, a la que situó, junto a su hijo Francis Paniego, en la cima de la vanguardia gastronómica y ha dado esplendor a través de su gran proyección exterior.
Marisa encarna el aroma de la cocina tradicional y la recompensa del trabajo bien hecho, que le valió, entre otros muchos reconocimientos, el Premio Nacional de Gastronomía 1987, la Medalla de Oro al Mérito en el Trabajo 2008, o el nombramiento de Riojana Ilustre por el Gobierno de La Rioja.
