Tuvo su origen en el año 1961 cuando un grupo de vecinos y responsables de varios restaurantes y bodegas organizaron la primera edición con el objetivo de dar a conocer este producto, así como los vinos albariño del municipio, hoy acogidos a la Denominación de Origen Rías Baixas.
Desde entonces, la localidad pontevedresa de Arbo celebra ininterrumpidamente su fiesta más importante del año, la Fiesta de la Lamprea, en la que miles de personas acuden para degustar este producto en sus diferentes preparaciones, acompañada de los caldos de la zona.
Una fiesta que cumple en este en 2023 los 63 años de existencia, y que tras haber obtenido en 2005 la declaración de Fiesta de Interés Turístico de Galicia, y en 2016 el reconocimiento a nivel nacional ahora ha sido declarada Fiesta de Interés Turístico Internacional, una distinción que la Subdirectora General de Desarrollo y Sostenibilidad Turística del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, Ana Muñoz Llabrés, entregó al alcalde de Arbo ayer viernes en el marco de la Feria Internacional de Turismo Fitur.
La lamprea, el vertebrado más antiguo
La lamprea es el vertebrado más antiguo del que se tiene constancia. Lleva más de 500 millones de años en el planeta, y en la actualidad el entorno del río el Miño parece haberse convertido en su refugio, un hábitat óptimo para preservar su existencia, porque año tras año regresa a desovar allí después de pasar gran parte de su vida en el mar.
En Arbo la lamprea es toda una tradición cuya temporada comienza en el mes de enero y se extiende hasta abril, un periodo en el que los restaurantes y casas rurales locales sirven lamprea en el menú, con las mismas recetas que desde hace siglos se viene preparando esta curiosa especie ancestral de pez que ha encontrado en ese entorno uno de los mejores ambientes para desarrollarse.
Y es que mucho antes de la aparición de los dinosaurios la lamprea ya habitaba en el océano y, desde entonces, cada año, entre abril y junio, miles de pequeños huevos inician su ciclo de vida sobre el fondo del Miño. Por ello, Arbo está considerada como la capital de la lamprea, ya que no se conoce ningún otro pueblo en el mundo que tenga una tradición tan antigua y arraigada alrededor de este pez ciclóstomo prehistórico y misterioso. De hecho, este pescado, tan profundamente vinculado a ella desde hace siglos, figura incluso en su escudo y su bandera. Toda una tradición que comienza con la captura a esa altura del río Miño, donde se asegura que tiene “una textura, un color y un sabor diferentes”, un potente sabor que no deja indiferente a nadie.
