El próximo sábado 15 de septiembre darán comienzo las tradicionales Fiestas de San Mateo de Logroño, una celebración que a pesar de la creencia popular, no se trata las fiestas patronales de la ciudad (11 de junio, San Bernabé), sino de las Fiestas de la Vendimia, de marcado carácter popular y cuyos orígenes se remontan […]

El próximo sábado 15 de septiembre darán comienzo las tradicionales Fiestas de San Mateo de Logroño, una celebración que a pesar de la creencia popular, no se trata las fiestas patronales de la ciudad (11 de junio, San Bernabé), sino de las Fiestas de la Vendimia, de marcado carácter popular y cuyos orígenes se remontan al siglo XII.

Como todos los años, las fiestas arrancarán desde el balcón del Ayuntamiento, donde el alcalde, junto con los Vendimiadores Mayores, procederá al lanzamiento del cohete –el chupinazo– que dará lugar a los siete días de celebraciones, que en esta ocasión llegan hasta el sábado 22 de septiembre.

A continuación vendrán las típicas degustaciones de zurracapote en los chamizos de las peñas, los conciertos musicales, las consumiciones a lo largo de toda la ciudad y diariamente, la corrida de toros, la feria de pelota a mano,, los fuegos artificiales, la ofrenda del primer mosto a la Virgen de Valvanera (Patrona de Logroño), y la quema de la cuba como acto final.

Logroo-SMateo2La Zona del Laurel, visita obligada

Durante todos estos días, como durante todo el año, las calles de la Zona del Laurel –una céntrica e histórica zona de la ciudad conocida por su alta concentración de bares y restaurantes con una oferta casi ilimitada de pinchos, raciones y vinos a precios muy populares– son un reclamo tanto para visitantes como para los propios vecinos de Logroño.

La calle Laurel discurre paralela a la de Bretón de los Herreros, lugar en el que se levantaban las antiguas murallas de Logroño hasta que fueron demolidas en 1862. Fue entonces cuando se decidió reconstruir las casas colindantes, dando origen a lo que hoy en día es la calle Laurel.

Durante años, los bares se fueron estableciendo en esta calle. Ofrecían vinos de la tierra y pequeñas raciones de embutido o queso. Poco a poco, se fueron especializando en diferentes pinchos. La gente que acudía al lugar la bautizó como la ‘Senda de los Elefantes’, porque los que trataban de tomar un vino en cada bar ‘terminaban con una buena trompa’.

Hoy en día, la Zona del Laurel se ha convertido en la mayor concentración de especialidades gastronómicas y de tapeo de toda la Comunidad, un verdadero lugar de encuentro de familias, amigos y turistas a lo largo de todo el día.

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