Los adhesivos convencionales proceden de fuentes no renovables, por lo que cuando se utilizan en envases compostables pueden comprometer las propiedades de recuperación de estos, además de empeorar la calidad del compost obtenido a partir de ellos.
Y en el sector del packaging, envases que están muy presentes en nuestro día a día, como es el caso de botellas, briks o bandejas, tienen todos ellos un elemento común, los adhesivos, que se encuentran presentes en las etiquetas que informan del producto que contienen, en las bandejas con cierre adhesivo pelable o recerrable, en envases multicapa donde unen las diferentes capas que los forman, o incluso en las cintas que cierran cajas o bolsas.
Nuevo adhesivo sostenible
En este sentido, el Instituto Tecnológico del Plástico (AIMPLAS), en el marco del proyecto ADHBIO, financiado por la Agencia Valenciana de la Innovación (AVI), está desarrollando un nuevo tipo de adhesivo biobasado y compostable, el primero de estas características, ya que se trata de un adhesivo de tipo termofusible o hot-melt que presenta un contenido superior a un 95 % de polímeros de origen renovable y ofrece la misma funcionalidad que los adhesivos convencionales de procedencia fósil y no biodegradables. Un producto con el que sus desarrolladores esperan cubrir un vacío en el mercado al facilitar una gestión mucho más sencilla y sostenible al final de la vida útil de los envases.
“No existe una formulación como la propuesta en este proyecto, con el que trabajamos en una alternativa desarrollada a partir de copolímeros a medida basados en ácido poliláctico (PLA). Actualmente hay algunos productos comerciales basados en este compuesto, pero tienen un reducido porcentaje biobasado de entre un 15 % y un 60 %, presentan limitaciones en su compostabilidad en cualquier condición y tampoco han demostrado su funcionalidad”, explica Miguel Ángel Valera, investigador principal del proyecto en AIMPLAS.
Hot-melt, una demanda al alza
La tecnología propuesta da respuesta a una enorme demanda, ya que el adhesivo hot-melt representa entre el 15 % y el 21 % del volumen global de producción y consumo de adhesivos. Es más, el crecimiento anual promedio total de la tasa de consumo de este tipo de adhesivos es casi el doble que la de otros tipos.
De esta manera, el adhesivo biobasado y compostable planteado permite gestionar el fin de vida de los productos que lo contienen sin necesidad de eliminarlo, ya que en algunas de las aplicaciones estudiadas ni siquiera será necesaria su separación, como es el caso de su empleo en etiquetas de papel, al permitir que se gestione en plantas de compostaje junto al film o bolsa compostable —también serviría para botellas o cualquier otro tipo de envase— donde se adhiera.
En otras aplicaciones, como las que implican su utilización en envases compuestos por varias capas laminadas como son los briks, el adhesivo cumple una doble función: por una parte, permite la separación de capas porque tiene la propiedad de ser removible o pelable, lo que supone una clara ventaja para su posterior gestión en envases multimaterial cuyo final de vida sea el reciclado; por otra parte, el adhesivo puede gestionarse de manera conjunta en el caso de que el envase que lo contenga también sea compostable.
