Ayer miércoles finalizaba en Marbella (Málaga) la tercera edición del Encuentro de los Mares, que tras veinte ponencias se despedía “con la ilusión de haber contribuido a trabajar para la mejora del mar, para entender que la transversalidad aplicada a la sostenibilidad dará sus frutos”, según explicaba el director científico del congreso, Carlos Duarte.
En este sentido, el Encuentro abordó temas como a situación provocada por la Rugulopteryx Okamurae, un alga invasora que ya ha copado el litoral andaluz y que amenaza con expandirse por todo el Mediterráneo, un problema que se dio a conocer para evitar su dispersión y buscar, entre científicos y cocineros, aplicaciones comestibles que eviten su multiplicación.
Ángel León, que recibió en el congreso el Premio Sartun por su contribución a la defensa del mar, hablaba de su proyecto de arroz marino y de su idea de alimentar sosteniblemente desde el mar, que enlazaba con la recuperación de las praderas marinas que explicaba la científica estadounidense Karen McGlathery, directora del Environmental Resilience Institute de la Universidad de Virginia y al mando del principal proyecto mundial en recuperación de estos ecosistemas marinos.
Por unos océanos sanos
“Ese es el futuro del congreso, de los océanos y de la humanidad. Hemos perdido el veinte por ciento de los bosques marinos en un siglo, pero si se hacen bien las cosas en 2050 podemos tener unos océanos sanos”, comentaba Carlos Duarte, quien aprovechaba la jornada para dar a conocer el proyecto Oceans 2050 en el que colabora con Alexandra Cousteau, activista medioambiental y nieta de Jacques Cousteau, una iniciativa que pretende reducir las distancias entre las ideas y la acción para regenerar los océanos.
Por su parte, el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, resaltaba en la clausura la importancia que ya tiene en España la economía azul, de la que es primera potencia de la Unión Europea, con un valor de producción de 32.700 millones de euros y que genera casi un millón de puestos de trabajo, reconociendo la labor de chefs y cocineros en la divulgación de valores en torno al consumo saludable de alimentos y en extender una cultura gastronómica sana, nutritiva, sostenible y responsable.
Finalmente, y en esta misma línea, el presidente de la división de Gastronomía de Vocento, Benjamín Lana, anunciaba la creación de una beca para que, en cada edición, cocineros y científicos puedan trabajar conjuntamente, con la idea de que el trabajo realizado sobre las aplicaciones de las algas invasoras por el cocinero David Chamorro y su laboratorio gastronómico Food Idea Lab, pueda tener continuación.
