En todo el mundo hay censadas más de dos mil variedades de caquis, una fruta dulce y carnosa de origen asiático que llegó a Europa entre los siglos XVII y XIX, cultivándose inicialmente como planta ornamental y, sobre todo, por su madera el palosanto, una de las llamadas maderas nobles, muy apreciada en ebanistería por su belleza, dureza y escasez.
Sin embargo, entre estas más de dos mil variedades de caquis, la Unión Europea reconoció hace ya veinte años, en forma de Denominación de Origen Protegida, la excepcionalidad de los que proceden de la Ribera del Xúquer, porque en esa región se ha conseguido eliminar la astringencia en la variedad llamada Rojo Brillante.
En paralelo, dentro de esa marca de calidad diferenciada, se ha desarrollado la marca comercial Persimon, una forma de asegurar que esta fruta llega al consumidor con todas las garantías, los auténticos kakis de la variedad rojo brillante de la Denominación de Origen Protegida.
Una fruta que a sus atractivos organolépticos añade la fugacidad con la que pasa por el punto de venta en su mejor momento. Y es que la estacionalidad de los Persimon abarca desde octubre a, generalmente, el mes de diciembre, llegando algunos años a prolongarse incluso hasta en enero. La buena tierra en la que echan sus raíces los árboles es una de las razones que hacen posible este tesoro del campo, que es necesario cuidar, en su compra y conservación, para disfrutar de un sabor y aroma que, además, en la cocina da lugar a propuestas como esta Panna cotta de kaki Persimon, polvo de espéculos, una receta ofrecida por la Denominación de Origen Protegida Kaki Ribera del Xúquer.
Panna cotta de kaki Persimon con polvo de speculoos
INGREDIENTES
- 3 kakis Persimon
- 20 cl de nata líquida
- 30 g de azúcar
- 1 cucharada de café de extracto natural de vainilla
- 1 ½ hojas de gelatina
- 4 galletas speculoos (tipo de galleta tradicional belga)
ELABORACIÓN
Reblandecer las hojas de gelatina 10 min en el agua.
Mezclar 2 kakis Persimon con 2 cucharadas soperas de nata, el azúcar y la vainilla.
En una cazuela, llevar a ebullición los restos de nata. Retirar del fuego y añadir la gelatina escurrida, removiendo para disolverla completamente.
Verterla en el puré de kakis Persimon, mezclar rápidamente y repartirla sin espera en los vasos. Dejar la mezcla 3 horas en la nevera.
Triturar las galletas speculoos hasta conseguir un polvo grueso.
Sacar la panna cotta de la nevera 15 minutos antes de servir, y espolvorear con el polvo de speculoos.





