La miel de la comarca extremeña de Villuercas e Ibores es única. Tanto, que ha dado lugar a una miel con Denominación de Origen Protegida, un producto natural producido por las abejas Apis Mellíferas a partir del néctar de las flores que liban, transforman y combinan con sustancias específicas propias y almacenan, dejando madurar en los panales de la colmena.
Su riqueza en azúcares demuestra el gran valor alimenticio y energético, con la ventaja de que estos azúcares son simples y no necesitan transformación en nuestro organismo, pasando directamente a la sangre. Y es que las mieles, sobre todo las mieles oscuras o mieles de ‘mela’, proporcionan al organismo sustancias minerales de gran interés alimenticio, además de contener también fermentos y diastasas que ayudan eficazmente a la digestión de otros alimentos.
Pero, además de su calidad alimenticia, el hecho de disponer de una figura de calidad otorgada por la Unión Europea, como es la Denominación de Origen Protegida, supone un respaldo oficial a la carta de naturaleza de estas mieles, de un suelo, un clima, un agua y unas plantas que no se conjuntan y equilibran en cualquier otro lugar, y que en la cocina dan lugar a platos como este Helado de miel DOP Villuercas-Ibores sobre base de leche frita y romero, una receta ofrecida por la DOP Miel Villuercas-Ibores.
Helado de miel sobre leche frita y romero
INGREDIENTES
- 4 yemas de huevo
- 50 g de azúcar
- 400 ml de leche entera para helado
- 200 g de miel DOP Villuercas-Ibores
- 500 ml de leche para la leche frita
- 50 g de maicena
- 50 g de azúcar para la leche frita
- La cáscara de 1 limón
- 1 palo de canela
- 2 huevos para rebozar
- Harina para rebozar
- Aceite de oliva 0,4 º para freír
- 2 ramas de romero fresco
ELABORACIÓN
En primer lugar pasamos la maicena por un tamiz y, en un recipiente adecuado la añadimos a la leche fría, removiendo enérgicamente para que no tenga grumos. Después añadimos el azúcar, la canela, el romero y la corteza del limón. Ponemos a calentar, y sin parar de remover esperamos a que espese.
Una vez espesa la masa la vertemos en una bandeja de 1-2 cm. de alto y dejamos enfriar. Cuando esté, con un cortapastas la cortamos en circulitos, que iremos pasando primero por harina y luego por huevo batido, para a continuación ir friendo en aceite de oliva y reservándolos.
Ponemos a hervir la leche y cuando esté en ebullición, le añadimos la miel, mezclamos bien y retiramos del fuego. Por otro lado, mezclamos las yemas con el azúcar, añadimos con cuidado la leche y la miel, calentamos hasta que comience a espesar, casi a cuajar, y lo colamos. Una vez colada la crema de miel la pasamos por la túrmix y esperamos a que adquiera un poco de consistencia. La metemos en el congelador y, cada 20 minutos, la sacamos, removemos enérgicamente y volvemos a meter en el congelador, para evitar que el helado quede desligado y con hielo. Una vez bien frío el helado, con consistencia y volumen, lo sacamos definitivamente del congelador.
En un plato colocamos, en el centro, el círculo de leche frita a temperatura ambiente y encima, ayudándonos de una cuchara, hacemos una quenelle de helado de miel, decorando con unas ramitas de romero fresco.





