A finales del pasado mes de abril los mercados europeos empezaron ya a recibir las primeras sandías continentales de la temporada, procedentes del cultivo en los invernaderos solares del sudeste europeo en España, donde esta fruta cuenta con las condiciones naturales y óptimas para su crecimiento y donde se respeta el ritmo adecuado para su maduración.

Además, se utiliza el control biológico para controlar las plagas, lo que garantiza la obtención de productos más sanos, sabrosos y respetuosos con el medio ambiente. La temporada de recolección de esta fruta se inicia a finales de abril y su producción se mantiene hasta inicios del mes de julio. Durante este periodo, las sandías producidas en los invernaderos solares españoles copan los mercados continentales y ocho de cada diez sandías cultivadas viajan al extranjero, siendo sus principales destinos Alemania, Francia y Reino Unido. Para esta temporada se espera alcanzar una producción de 500.000 toneladas.

“La protección ofrecida a través de la cubierta plástica de los invernaderos y el microclima que se genera en el interior de los mismos gracias, únicamente, a la incidencia de los rayos del sol, hace posible que podamos disfrutar de estas frutas sin tener que esperar hasta el verano y con el máximo sabor y dulzor que demandan este tipo de productos”, comenta Francisco Góngora, presidente de la Organización Interprofesional Española de Frutas y Hortalizas (Hortiespaña).

Sandías de invernadero solar

Un invernadero solar es una estructura cerrada cubierta por plásticos, a través de los cuales inciden los rayos del sol dejando pasar la luz necesaria para que las plantas mantengan la temperatura adecuada para su desarrollo en los meses de invierno, de modo que puedan realizar la fotosíntesis. En este proceso las plantas producen nutrientes a partir del CO2 que absorben del aire y liberan cantidades ingentes de oxígeno a la atmósfera.

Los invernaderos solares se diferencian notablemente de los métodos productivos de otras superficies invernadas, donde sí se utilizan sistemas de calefacción e iluminación artificial a partir de combustibles fósiles que conllevan hasta un treinta por ciento más de consumo energético, más el consiguiente efecto contaminante.

Entre las variedades más consumidas en España destacan la sandía negra —con y sin pepitas—, la rayada —con y sin pepitas— y la sandía mini. La sandía sin pepitas responde a una demanda creciente en el mercado por obtener frutas que resulten más cómodas de comer, lo mismo ocurre con las sandías minis, cuyo tamaño reducido es idóneo para hogares unipersonales o con pocos miembros y es más fácil para conservarla en la nevera.

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Llegan a los mercados europeos las primeras sandías españolas
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Llegan a los mercados europeos las primeras sandías españolas
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A finales del pasado mes de abril los mercados europeos empezaron ya a recibir las primeras sandías continentales de la temporada, procedentes del cultivo en los invernaderos solares en España, donde esta fruta cuenta con las condiciones naturales y óptimas para su crecimiento.
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