La cervecera jerezana Xela ha sido pionera al introducir el vino de Jerez en su fórmula de elaboración, lo que ha llevado a que ahora sea la primera cerveza en ser certificada por el Consejo Regulador de los Vinos de Jerez-Xères-Sherry.
El Consejo Regulador de los Vinos de Jerez-Xères-Sherry ha otorgado a cerveza jerezana Xela la certificación que permite a este producto estar en el registro de empresas alimentarias que utilizan el vino de Jerez entre sus ingredientes.
Para conseguir esta distinción, la cervecera jerezana ha pasado un largo proceso, pero ahora puede acreditar que cuenta con vino de Jerez en su fórmula, en concreto un 7% de su contenido, que se añade durante el proceso de fabricación de la cerveza, y no después durante la maduración.
Los responsables de Cerveza Xela, Miguel Moncayo y Ana Isabel Triano, han expresado su satisfacción por este reconocimiento del Consejo Regulador de los Vinos de Jerez-Xères-Sherry, que según señalan “es fruto de un gran esfuerzo y señal de la consolidación de una empresa joven como es Xela”. Añaden que esta certificación “marcará un antes y un después para la cervecera jerezana”, ya que les permite comercializar el producto bajo el paraguas del Consejo Regulador de los Vinos de Jerez.
Cerveza Xela es la única en el mundo que incluye vino de Jerez en su fórmula. La empresa nació hace poco más de un año, y en este tiempo se ha posicionado ya por su innovación, su sabor y su elaboración artesanal con ingredientes 100% naturales y un toque de vino de Jerez, que la hacen elegante, única y original.
¿Cómo tomarla?
Cerveza Xela nace fruto del análisis, constancia, y sobre todo, de una pasión, la de crear una cerveza artesana con todas las propiedades y esencias de ésta antiquísima y valorada bebida. A todo ello se une la elegancia y el sabor de Jerez convirtiéndola en un producto novedoso y diferente. Una bebida diferente.
No está filtrada, por lo que puede contener sedimentos de levadura. Antes de servirla, es conveniente dejarla reposar unos minutos. Ha de preservase de la luz y las altas temperaturas para evitar efectos no deseados. La degustación óptima se consigue sobre los 7ºC, cuando afloran las texturas y sabores que producen la fermentación de la levadura Ale.
