El Día de la Almadía, una fiesta navarra declarada de interés turístico nacional que se celebra todos los años entre finales de abril y principios de mayo, tendrá lugar este año el próximo sábado 27 de abril, coincidiendo con la Feria del queso Roncal. La jornada consiste en el descenso de varias almadías —balsas tradicionales […]
El Día de la Almadía, una fiesta navarra declarada de interés turístico nacional que se celebra todos los años entre finales de abril y principios de mayo, tendrá lugar este año el próximo sábado 27 de abril, coincidiendo con la Feria del queso Roncal.
La jornada consiste en el descenso de varias almadías —balsas tradicionales formadas por troncos de madera— por el río Esca durante un recorrido que termina en el puente medieval de la localidad navarra de Burgui, tras el salto de la presa.
El descenso de las almadías se complementa cada edición con una serie de actos culturales, deportivos o folklóricos como exposiciones, actuaciones musicales, danzas, ferias de artesanía, comida popular, proyecciones audiovisuales, teatro, deporte rural, etc.
Feria de queso Roncal
El día grande de la fiesta es el sábado día 27 de abril, que comenzará con un repique de campanas y la apertura de la Feria del Queso con Denominación de Origen Roncal. A la misma hora abrirá sus puertas también la Feria de mercados medievales de antaño, a cargo de la Asociación de Alimentos Artesanos de Navarra. Durante toda la mañana habrá puestos de venta y demostración de elaboración artesanal de alimentos y oficios tradicionales.
Tras el salto de la presa y la llegada de las almadías a Burgui, tendrá lugar la presentación oficial de la campaña 2013 del queso con Denominación de Origen Roncal a cargo de la Cofradía el Queso y del Grupo Eroski.
Acerca del Queso Roncal
El Queso Roncal, el primero en recibir la Denominación de Origen de Quesos de España, en 1981, es un queso de formato cilíndrico, bien cortezado, compacto y de corte frágil, cerrado pero salpicado de pequeños orificios de tipo regular. Es de color blanco marfil, cercano al amarillo pálido y con un sabor recio, pronunciado, ligeramente picante, muy definido y mantecoso al paladar. En su composición no entran elementos ajenos a la leche, el cuajo y la sal, de manera que nunca ha perdido su sabor y aroma característicos.
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