Durante la Semana Santa tiene lugar cada año en la localidad de Barbastro (Huesca) el Festival de Gastronomía, un evento en el que más de una docena de restaurantes y establecimientos de la ciudad ofrecen sus mejores propuestas de Cuaresma, elaborando cuidadas tapas y dulces típicos de la época.
Del 29 de marzo al 5 de abril, potajes y platos autóctonos en Barbastro, entre los que destacan la chireta (tripa de cordero rellena de arroz, jamón, tocino y vísceras), el ternasco o la empanada goguera (rellena de carne de caza o de ave picada), los crespillos (borraja rebozada y frita), el pastillo (empanada dulce) o el pastel Biarritz (dulce artesanal de almendra).
Todo ello acompañado del vino más característico de esta zona, el Somontano. Un nombre que significa ‘al pie del monte’, definiendo este vino único de la provincia de Huesca que cuenta con más de 15 variedades de uva, locales y foráneas, entre ellas la Garnacha blanca, Cavernet Sauvignon, Merlot o Moristel.
Y una vez en Barbastro…
Entre los atractivos turísticos de Barbastro destaca la Plaza de la Candelera, el corazón del barrio del Entremuro y primitivo centro de la ciudad. Es la plaza más antigua y una de las más emblemáticas de la ciudad, donde en 1137 se firmaron los esponsales de Doña Petronila de Aragón, hija del rey Ramiro II, con el conde de Barcelona, Ramón Berenguer IV, uniéndose por ello los Reinos de Aragón y Cataluña.
El Museo del Vino, el Pozo de la Barbacana —que en el pasado se utilizaba como depósito de nieve y hielo— o el Castillo de Monzón, de origen templario y declarado monumento nacional, son otros de los lugares que no hay que perderse en Barbastro.
Además, por su situación geográfica, en un enclave prepirenaico y gracias al fácil acceso a otras comarcas, es fácil completar la estancia en la zona con la visita a diferentes puntos de interés natural, cultural y religioso.