El limón es una de las pocas frutas cuya temporada se prolonga durante todo el año, gracias, principalmente, a dos de las variedades con mayor producción en Europa: fino y verna. Un producto del que España es el principal productor, acumulando en 2020 hasta el 64 % de todo el limón cosechado en la UE.

Un alimento muy versátil, del que se pueden aprovechar prácticamente todas sus partes —zumo, pulpa, corteza… e incluso su hoja— pero del que, sin embargo, a menudo no utilizamos del todo su potencial, especialmente en verano, cuando con el aumento de las temperaturas y los cambios de hábitos alimenticios es más fácil que se produzca un mayor desperdicio.

Qué hacer con un limón en verano

Por ello, desde la Asociación Interprofesional de Limón y Pomelo (Alimpo), y dentro de la campaña europea Welcome to the Lemon Age (Bienvenido a la Era del Limón de Europa), han querido ofrecer una serie de ideas para que este verano no desperdiciemos nada del limón:

Salmuera de limón. Si nos vamos de vacaciones y aún tenemos limones en el frigorífico, podemos hacerles unos cortes en forma de cruz en el centro, pero sin llegar a la base, añadir dentro una cucharada de sal, y guardarlos en un tarro de conservas rellenado con agua caliente. Lo dejamos macerar durante cuatro semanas en lugar seco y oscuro, y así, a la vuelta de vacaciones, dispondremos de una estupenda salmuera de limón, muy útil en muchas recetas de cocina.

Azúcar de limón. La piel de limón se suele usar en repostería, pero tiene muchas más aplicaciones. Una de ellas, el azúcar de limón, para lo cual solo se necesitan 90 gramos de azúcar por 6 gramos de ralladura de limón. Se mezcla la piel rallada de limón con el azúcar, se extiende la mezcla obtenida en una bandeja y se deja secar a temperatura ambiente. Una vez seco, ya lo podemos añadir para endulzar alguna bebida.

Té frío con corteza de limón. Secar la cáscara de limón es otra buena forma de conservar su sabor. Antes de exprimir su jugo, usamos un pelador para quitar la ralladura, luego la secamos a temperatura ambiente, o bien en el horno —por ejemplo, aprovechando el calor después de haberlo utilizado para una elaboración— o en un deshidratador. Y listo. Ya podemos disfrutar de un refrescante té con cáscara de limón.

Hielos de limón. Hay ocasiones en las que necesitamos ralladura para una receta, y no sabemos qué hacer con el resto del limón. Después de rallar la cáscara, podemos exprimir el zumo y guardarlo en una bandeja de cubitos de hielo, así dispondremos en cualquier momento de un rico y original hielo de limón.

Para conservar el aguacate. Si tenemos un limón que no vamos a usar pero al que aún le queda algo de jugo y tenemos también medio aguacate en el frigorífico, podemos aprovechar esas últimas gotas para exprimirlas sobre la superficie cortada. Las propiedades del limón harán que el aguacate tarde más en oxidarse y aguante fresco y verde más días. No en vano, el limón es un conservante natural de los alimentos.

Preparar paparajotes. En ocasiones, al comprar limones a granel nos encontramos con hojas de limonero, que se pueden aprovechar para hacer paparajotes, un postre típicamente murciano con hojas de limonero recubiertas con una masa elaborada con harina y huevo que se fríen y se espolvorean con azúcar en polvo y canela.

Resumen
Todo lo que se puede hacer con un limón para evitar desperdicios en verano
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Todo lo que se puede hacer con un limón para evitar desperdicios en verano
Descripción
Del limón se pueden aprovechar prácticamente todas sus partes pero, sin embargo, a menudo no utilizamos del todo su potencial, especialmente en la época veraniega, en la que es más fácil que se produzca un mayor desperdicio.
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