La cocina griega sabe a buena sal de sus mares azules, a aceite de oliva de fruta dorada, a pan fresco y auténtico, uniendo de esta manera el mar, el sol y la tierra. Un sabor muy familiar, porque en las casas griegas la cocina es el lugar donde se vive.
Allí, entre empanadas, pasteles y ensaladas creció la cocinera de Canal Cocina María Zannia, viendo cómo su madre preparaba sus deliciosos platos salados y dulces. Unas recetas que ahora se recogen en el libro Cocina griega (Ediciones Nobel, 2016) y que surgen, por tanto, de la tradición y de la sabiduría popular griega. Como estos sabrosos Rollitos de Baklavá.
Ingredientes
Para 20 unidades
- 300 g de mezcla de nueces, pistachos, almendras y sésamo tostado
- 50 g de pan rallado
- 1 cucharada de canela
- 1 pizca de clavo molido
- 1 cucharada de azúcar
- 1-2 gotas de extracto de vainilla (opcional)
- 100 g de mantequilla derretida
- 5 hojas de masa filo a temperatura ambiente
El almíbar
- ½ kg de azúcar
- ½ l de agua
- ½ limón
- ½ naranja
- 1 rama de canela
Elaboración
Preparamos primero el almíbar para tener tiempo suficiente de enfriarlo y así regar los rollitos mientras estén calientes.
Ponemos una cazuelita a fuego lento y agregamos todos los ingredientes del almíbar. Llevamos a ebullición y lo dejamos enfriar.
En un cuenco mezclamos los frutos secos triturados, el pan rallado, la canela, el clavo, el azúcar, la vainilla y 50 g de mantequilla.
En una superficie amplia, colocamos tres hojas de masa filo, una encima de la otra, engrasadas con mantequilla derretida con un pincel. A continuación, esparcimos un tercio de la mezcla. Cubrimos con otra hoja de filo engrasada y volvemos a esparcir otro tercio de la mezcla. Repetimos lo mismo para el último tercio de mezcla. Enrollamos apretando un poco y envolvemos con film transparente para reservar en el frigorífico durante al menos 30 minutos.
Precalentamos el horno a 180 °C y forramos una bandeja de horno con papel antiadherente. Sacamos el rollo del frigorífico y con un cuchillo bien afilado cortamos discos de 1 a 2 cm aproximadamente de grosor. Colocamos los rollitos tumbados en la bandeja y horneamos durante 30 minutos o hasta que la masa esté bien dorada y crujiente.
Sacamos los rollitos de baklavá del horno y, con la ayuda de un cucharón vertemos de inmediato el almíbar frío por encima. Dejamos enfriar sin taparlos y conservamos en un lugar fresco y seco.
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