Todos los años al llegar el otoño, y más frecuentemente en años de lluvias, los servicios de urgencias atienden a personas que presentan síntomas de carácter agudo que pueden corresponder a intoxicación por hongos, comúnmente denominados setas.
La intoxicación suele ser la consecuencia de un error en la recolección por un aficionado que al no conocer suficientemente su aspecto, las confunde con especies comestibles, ya que comparten muchas veces aspectos, formas y colores, tamaños o hábitat de crecimiento similares, por lo que es muy fácil confundirlas a menos que se sea un experto en su identificación. Su consumo y la afición a su recolección han aumentado mucho en los últimos años.
Además, no es inusual que se produzcan dichas intoxicaciones al someterlas a falsas pruebas empíricas de toxicidad como el uso de ajos o cucharas de plata, etc. En este sentido hay que destacar que, según todos los expertos, no existe ninguna prueba sencilla definitiva que permita diferenciar los hongos comestibles de los tóxicos. Por tanto es fundamental una gran experiencia en el conocimiento de su aspecto y que los recolectores se limiten a utilizar los que puedan identificar con precisión. Se deberán desechar todos los que puedan generar una mínima sospecha.
Existen más de 5.000 variedades diferentes de setas, en Europa unas 3.000 y en España están catalogadas más de 1.500 especies de hongos superiores, de las cuales entre 50 y 70 pueden considerarse tóxicas y de éstas de 5 a 6 mortales. Como otros seres vivos, algunos hongos son capaces de sintetizar y acumular diversos tipos de substancias tóxicas (toxinas).
La ingestión de tales hongos da lugar a cuadros de toxicidad, aguda en la mayoría de los casos, de mayor o menor gravedad, siendo la intoxicación por Amanita phalloides la causa más común de intoxicación letal por setas ya que sus toxinas son capaces de producir una necrosis hepática irreversible.
Guía de Actuación
La Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid cuenta entre sus publicaciones con La Guía de actuación ante sospecha de intoxicación por setas – Micetismos, dirigida fundamentalmente a los profesionales de los servicios de urgencia, recordando que la clave para el diagnóstico está en la realización de una historia clínica correcta y que ante pacientes con síntomas aparentemente banales, en especial de tipo gastroenteritis, preferentemente en otoño y aparición de los mismos en la cercanía de los fines de semana, la anamnesis debe incluir siempre la pregunta sobre la posible ingesta de ‘setas’ que orientará hacia las pautas de actuación que se recogen en esta guía.
La Guía de actuación puede descargarse gratuitamente en esta dirección.
Ante la duda, asistencia inmediata
- En función de la seta los síntomas de una intoxicación pueden aparecer en pocas horas o tras varios días del consumo.
- Sanidad recuerda que ante sospecha de intoxicación, se debe acudir de inmediato al centro sanitario de urgencias.
- Si es posible, conviene recoger restos de las setas que se haya consumido y llevarlo al centro sanitario para identificarlas y aplicar el mejor tratamiento.
- También conviene contactar con los familiares o los amigos que hayan consumido las mismas setas para advertirles de la situación y conocer su estado de salud.
- Los síntomas de intoxicación varían según la especie de seta: fuertes dolores de estómago, sudor frío, vómitos dolorosos y continuados, diarreas, vértigo, postración total o delirios.
